La cloaca: así instruyó Trapero a sus mejores mossos para la guerra sucia
El hallazgo de documentación sobre seguimientos a Albiol y Milló es solo la punta del iceberg. El CNI y la Policía investigan si mandos de las FSE, jueces y fiscales han sido objetivo.
La aplicación del artículo 155 y las investigaciones de la Policía y la Guardia Civil bajo las órdenes de los jueces Carmen Lamela y Pablo Llarena, están comenzando a dar sus frutos y sacar a la luz el verdadero papel jugado por un sector importante de los Mossos d'Esquadra al servicio del procés. Además, al margen de la ley y desde las cloacas.
Y de paso, confirma la verdadera razón por la que Carles Puigdemont forzó la purga del exdirector general de la Policía catalana, el respetado Albert Batllé. Fue el pasado 17 de julio, cuando Batllé -elogiado por su demostrada independencia y profesionalidad- fue sustituido por el independentista Pere Soler.
Ese día, según explican a ESdiario fuentes del Centro Nacional de Inteligencia, Josep Lluís Trapero puso a parte de los 17.000 mossos a trabajar a tiempo completo en favor de la causa independentista.
Así, este jueves se conoció que la Policía Nacional se incautó el pasado 26 de octubre de diversa documentación que confirma el seguimiento y espionaje a altos cargos del PP, entre ellos su propio presidente, Xavier García Albiol, y el delegado del Gobierno, Enric Milló. Documentación que varios mossos trataban de destruir en una incineradora del Besós.
Según las fuentes consultadas por Esdiario, desde que Puigdemont anunció la fecha del referéndum-lo hizo el 9 de junio-, el mayor Trapero liberó a sus pata negra en los Mossos para investigar los pasos que el Gobierno preparaba contra el 1-O. A ello dedicó a la elitista Unidad Central de Respuesta Operativa (UCRO), unidad de la Comisaría de Información que despachaba directamente con Trapero. La UCRO fue reconvertida hace meses en la UCROINF.
Aunque los Mossos han desmentido este presunto espionaje, el Gobierno le da total veracidad. El ministro de Justicia, Rafael Catalá, reiteró este jueves que el Govern presidido por Puigdemont ha incumplido gravemente las "obligaciones constitucionales" y "alterado los derechos" de los ciudadanos de Cataluña desde "hacía tiempo", algo que se ha vuelto a demostrar, ha dicho, con el supuesto espionaje de los Mossos d'Esquadra a políticos catalanes no independentistas.
La fuentes consultadas por ESdiario explican que Trapero "encapsuló" a varios efectivos de esta unidad de élite, que tiene medio centenar de miembros. Y no escatimó medios y facilitó a los agentes-espía identidades y documentación doble y teléfonos encriptados, según reveló este jueves El Confidencial. Con estos medios se habrían realizado seguimientos a al menos "una decena de personas", al margen de Albiol y Milló.
El exdirector general de los Mossos, Albert Batllé, fue purgado por Puigdemont el 17 de junio. A partir de ahí, Trapero se hizo "dueño y señor" del Cuerpo.
Las fuentes consultadas del CNI aseguran que se investiga si entre los seguimientos de la UCRO han estado los máximos responsables de la Policía y la Guardia Civil en Cataluña, así como algunos jueces y fiscales. En este sentido, recuerdan que se han producido varios "incidentes" en el domicilio particular de la fiscal-jefe de Barcelona, Ana Magaldi.
La Policía ultima un informe en este sentido, que entregará en breve a la juez Carmen Lamela, que investiga en la Audiencia Nacional a Trapero y a la intendente Teresa Laplana, por rebelión, sedición y malversación de caudales públicos.
El CNI y la Comisaría de Información de la Policía han recibido en los últimos meses "relevante información" de mossos contrarios al procés, que han colaborado con frecuencia con el servicio de espionaje y las FSE.
De ellos partió la información del viaje de una furgoneta repleta de documentos "comprometedores" rumbo a la incineradora del Besós. Cabe recordar, que la interceptación de este "paquete sensible" de dosieres de la cúpula de Trapero se produjo justo la víspera de que el Senado aprobara la aplicación del 155.
Estas mismas fuentes recalcan el papel que en esta trama ha podido desempeñar la intendente Laplana, imputada por Lamela.
Mientras, el nuevo jefe de los Mossos, Ferrán López, trata de medir el alcance del trabajo de los pata negra de Trapero. Unas pesquisas que pueden acabar con la inminente imputación del exdirector general Pere Soler. Hasta ahora, sorprendentemente, Soler ha salido airoso de todas las investigaciones sobre el 1-O.