Revolución en el CNI: Moncloa busca recambio para el "quemado" Sanz Roldán
Cuando este sábado Felipe VI y Juan Carlos I se reencuentren, el jefe de los espías será testigo de excepción. Fue uno de los pilotos de la abdicación, quemado ahora por el "procés".
"Nada se hará de forma traumática, no es el estilo del presidente. Pero se hará". El relevo del general Félix Sanz Roldán está en marcha, según confirman a ESdiario fuentes oficiales. Cumplidos de largo sus objetivos -facilitar sin estridencias la abdicación del Rey Juan Carlos, que este viernes cumple 80 años, y acabar con el culebrón Corinna- el jefe del CNI es uno de los grandes quemados por el órdago independentista catalán.
No va a ser esa, sin embargo, la razón de su salida. Un sector del Gobierno ha pedido a Rajoy una revolución en La Casa, como se conoce a los servicios de Inteligencia, ya que considera que "no ha estado a la altura del desafío".
Algunos ministros, como María Dolores de Cospedal y Juan Ignacio Zoido, y los del área económica, han expresado sus recelos por la actuación de los espías de Sanz Roldán en el asunto de las urnas y la infraestructura del referéndum del 1-O, primero; y después, en la intromisión de los hackers rusos en favor de la Generalitat sediciosa.
El propio Rajoy y su entorno más próximo considera que el mandato de Sánz Roldan ha logrado sus objetivos. Ha llevado la paz al CNI tras la convulsa etapa de su sucesor, Alberto Sáiz; ha certificado el final de ETA, y ha culminado la complicada operación de relevo en La Zarzuela. Agradecimiento total a los servicios prestados. Pero Cataluña va a ser un antes y el después.
Incluso, ese sector del Gobierno quiere una gestión más colegiada del espionaje. Considera que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, "ha acaparado en exceso" la interlocución con el general, quien por cierto ha superado la edad para su pase a la reserva.
Félix Sanz Roldán y la vicepresidenta, su enlace en el Gobierno durante el "procés".
Según las fuentes consultadas, este "relevo tranquilo" en la cúpula del Centro Nacional de Inteligencia ha hecho aparecer las lógicas quinielas. En ella figura, Paz Esteban López, nombrada en junio pasado número dos de la organización. Sin embargo, un sector del CNI culpa precisamente a su equipo del fiasco de las urnas del 1-O nunca detectadas.
Y en esa quiniela también figura su antecesora en la Secretaría General, Beatriz Méndez de Vigo. Sus diferencias irreconciliables con Sanz Roldán forzaron su salida en junio, rumbo a la embajada de España en Pekín.
En su haber, conoce el CNI como pocos tras haber desarrollado allí toda su carrera. Pero en su debe juega la circunstancia personal de que es la hermana del portavoz del Gobierno y ministro de Educación y Cultura.
Un sector del CNI y del Ministerio de Defensa busca un perfil adaptado a los nuevos tiempos. El procés ha demostrado los nuevos retos del ciberterrorismo y la ciberdelincuencia. Un experto en este área encajaría en el perfil más deseado.
La solución, en los próximos meses.