Margallo despotrica del PP por los platós y luego no va a la Junta Directiva
A la hora de la verdad el exministro de Asuntos Exteriores no es que se callara, sino que directamente dio plantón a sus compañeros después de pasarse semanas diciendo que él ya lo advirtió.
La tournée que José Manuel García-Margallo emprendió por los medios de comunicación tras el batacazo del PP en las elecciones catalanas no ha tenido, sin embargo, parada en Génova 13.
El exministro de Asuntos Exteriores tenía este lunes una ocasión perfecta para exponer sus críticas en un órgano del partido y no en un plató. Concretamente en la Junta Directiva Nacional del PP, de la que es miembro por ser diputado.
No obstante García-Margallo dio plantón a Mariano Rajoy y a sus compañeros y no se presentó a la reunión. Una reunión en la que ni uno solo de los presentes intervino -al margen del coordinador general, Fernando Martínez Maillo-, pese a la marejada en el PP.
Hubo algunas ausencias notables, como la del propio Xavier García Albiol (a quien el presidente citó para agradecer su trabajo en condiciones difíciles), pero la de García-Margallo fue especialmente significativa por cómo ha hablado de su partido en los medios en las últimas semanas.
El jueves pasado, sin ir más lejos, en el programa El Círculo de La Otra de Telemadrid se quejó de que su partido no les pregunten nada ni a él ni al resto de "personas relevantes" que han pasado por los gobierno de Rajoy y de José María Aznar.
"Lo primero que tienes que hacer -afirmó en alusión a su jefe de filas- es un proyecto creíble, inteligible. Y en segundo lugar hay mucho talento que recuperar del PP. De mucha gente que hemos estado en el PP, que no aspiramos a ningún puesto, ya hemos colmado nuestras ambiciones, pero que estamos más que prestos a dar ideas", sostuvo.
Cuando el director de ESdiario, Antonio Martín Beaumont, le recordó que estando él en el Gobierno el PP perdió tres millones y medio de votos, García-Margallo aseguró que siempre ha sido "muy leal" a su partido y de una "coherencia absoluta", porque lleva tiempo diciendo que la estrategia en Cataluña era errónea y ello le costó -según él- el puesto de ministro.