La prueba de que el PDeCAT miente sobre sus lazos con la corrupta Convergència
Por más que los de Puigdemont intenten desligarse del partido condenado por financiación ilegal en el Caso Palau, la realidad es imposible de esconder. Y éste, el documento definitivo.
Nadie se cree que el PDeCAT no es el sucesor de Convergència.
A raíz de la condena a Convergència en el Caso Palau por financiarse ilegalmente durante una década, al PDeCAT no se le ha ocurrido mejor argumento para que no le salpique que negar toda relación con el extinto partido.
Este martes el abogado y excoordinador de régimen interno de Convergència, Francesc Sánchez, señaló que aunque el PDeCAT ocupa el espacio político que ocupaba CDC, "desde el punto de vista formal no tienen nada que ver".
No obstante la maniobra se les ha venido abajo estrepitosamente. Y ya no solo por el hecho de que la antigua Convergència y el PDeCAT compartan teléfono y dirección en el registro de partidos del Ministerio del Interior.
A mayores hay un documento en poder de la Junta Electoral Central y publicado por El Periódico que demuestra que ambas formaciones suscribieron un acuerdo para concurrir a las elecciones del pasado 21 de diciembre en coalición electoral, bajo la denominación Junts per Catalunya.
Ello es debido a que los espacios publicitarios electorales y otros privilegios formalmente pertenecían a Convergència, así que sólo de esta manera podían ser cedidos a la candidatura encabezada por Carles Puigdemont.
El documento está fechado en Barcelona el 7 de noviembre, y firmado por David Bonvehí como representante del PDeCAT y Carles del Pozo en nombre de Convergència.
