Toni Comín admite en un desliz que los mensajes son reales y remata a Puigdemont
Ya no hay dudas, por más que el entorno del expresident haya intentado en vano sembrarlas sobre la autenticidad de la conversación interceptada. El rey, al fin, sabe que va desnudo.
El mismo que quería ser investido presidente de forma telemática ha acabado reconociendo su derrota a través de unos mensajes de móvil.
La exclusiva de El Programa de Ana Rosa ha supuesto un bombazo político, en un momento en que el independentismo -abierto en canal- y los analistas debatían sobre cuánto más se iba a resistir Carles Puigdemont; o incluso si estaba dispuesto a forzar la convocatoria de unas nuevas elecciones en mayo.
Nada de eso. En privado en la tarde de este martes mandó varios mensajes al exconseller Toni Comín, huido como él en Bélgica, en los que reconoce: "Esto se ha terminado", así como la victoria del Gobierno central .
La reacción del entorno de Puigdemont, preso del pánico, ha sido inmediatamente sembrar dudas sobre la autoría real de los mensajes. De hecho Elnacional.cat y otros medios de la órbita se han apresurado a hablar de "supuestos mensajes", matizando.
Sin embargo su maniobra a la desesperada se les ha venido abajo cuando el propio Comín ha reconocido implícitamente la veracidad de los mismos.
El exconseller de ERC ha anunciado a través de personas interpuestas que va a querellarse contra El Programa de Ana Rosa por difundir los mensajes privados que le envió Puigdemont, amparándose en el artículo 197.1 del Código Penal. Blanco y en botella.
"El que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales, intercepte sus telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses", reza dicho artículo.
En un intento por evitar el desastre su abogado, Gonzalo Boye, ha señalado en RAC1 que son conversaciones "privadas y fuera de contexto". Minutos antes el letrado había dicho en Antena 3 que su cliente hablaba con otro Carles, no Puigdemont. Pero en RAC1 reculó y no quiso confirmar que era otro Carles.
No obstante Ana Rosa ya ha dicho en directo que le importa bastante poco las acciones que pueda emprender contra ella y su equipo un prófugo de la justicia.
En medio del terremoto político, Puigdemont se ha manifestado en Twitter para explicar que "soy humano y a veces también dudo" y anunciar que sigue adelante por "respeto, agradecimiento y compromiso con los ciudadanos y el país". Pero a ver quién le cree ahora.