El mensaje de un escolta de Comín a su jefe da un giro al caso Puigdemont
¿Realmente el exconseller no sabía que estaban grabando la pantalla de su teléfono?, ¿o lo sabía pero por eso precisamente no se cubrió? El caso de los mensajes se enrevesa.
El caso de los mensajes de móvil de Carles Puigdemont a Toni Comín se enrevesa por momentos. Con el paso de las horas está cobrando fuerza la teoría de que tal vez el exconseller de ERC no cometió una imprudencia, sino que se dejó grabar a propósito.
¿Responde todo a una teoría de la conspiración de Esquerra para quitarse de en medio de una vez a un candidato que no quieren y que sigue empeñado en ser investido president?, ¿una especie de estocada final tras la propinada por el presidente del Parlament -también de ERC- horas antes al suspender el pleno obedeciendo al Tribunal Constitucional?
Los autores de la exclusiva son el periodista Luis Navarro y el cámara Fernando Hernández. El primero reveló en El Programa de Ana Rosa que hubo un momento en que uno de los escoltas de Comín se dio cuenta de que le grababan y le envió un mensaje de móvil para advertirle. "Se dio cuenta e intentó disimular", narró. Pero siguió toqueteando el teléfono.
El corresponsal de El Mundo en Bélgica, Pablo R. Suanzes, apunta varios elementos sospechosos que le hacen dudar de que sea un robado durante un acto en el que, en principio, iba a estar Puigdemont y no él.
"Todos esperaban a Comín cuando entró a la sala y lo acompañaron hasta las primeras filas de la sala. Esta vez no había más protagonistas entre los que repartir la atención. El exconseller lo sabía, como sabía que estaban todos detrás de él. Y aun así cogió el móvil, abrió los mensajes del expresident y en lugar de inclinarse sobre la pantalla o cubrirla, la dejó totalmente expuesta una y otra vez, incluso tras ser advertido por sus acompañantes", revela Suanzes en alusión precisamente al escolta.
"Pudo ser una distracción, un error, pero ni Comín es un político novato, ni el momento era de relajación, ni el contenido era inane. La captura de pantallas indica que el primero de ellos había llegado 50 minutos antes a su teléfono. Y los siguientes 40 y 29 minutos antes. Comín se sentó pasadas las 20.20 en la sala y los textos, a través de la aplicación Signal, entraron justo entonces, durante la emisión del vídeo de Puigdemont. Y aun así, el exconsejero no respondió a su exjefe a pesar de lo dramático y pesimista del tono", continúa.
Cabe recordar que Comín es el único exconseller huido que no ha renunciado a su acta de diputado en el Parlament, a diferencia de Meritxell Serret, Clara Ponsatí y Lluís Puig. De hecho su apego al escaño le ha generado ciertas tensiones con ERC, lo que no hace sino añadir misterio a todo esto.