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Los vecinos de Puigdemont estallan: el Palau de Waterloo, a pleno rendimiento

Lo que está ocurriendo en los exteriores de la mansión belga del expresidente catalán da pistas sobre lo que ocurre en el interior: policías, coches, escolta... ¿Vive allí un jefe de Estado?

La residencia de Carles Puigdemont, en Waterloo.

Publicado por
José Luis Concejero

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Es el Palau de Waterloo, un poco más pequeño que el Palau de la Plaza de Sant Jaume en Barcelona pero también con mucho glamour. Terminan las dudas que había en torno a esta mansión de 4.400 euros al mes y que se encuentra en una de las localidades más exclusivas de Bélgica. Los coches entran y salen del garaje cumpliendo el protocolo de seguridad que realizan los vehículos oficiales. Desde hace semanas se sabe que Carles Puigdemont frecuenta la vivienda, de lo contrario se podría pensar viendo el comportamiento de los coches, que allí vive un jefe de estado o un alto diplomático.

El Mosso d' Esquadra que acompaña al expresident controla a diario los aledaños de la vivienda. Además, la Policía patrulla la zona y normalmente se detiene unos minutos para ver que la situación está contralada. Esta vivienda de seis habitaciones y más de 500 metros cuadrados se encuentra en un lugar especialmente tranquilo. Sus vecinos, entre los que hay embajadores, funcionarios y jugadores del Anderlecht, no están acostumbrados al alboroto. De hecho, algunos ven con recelo el lío de cámaras de televisión y periodistas que diariamente hay en el número 34 de la rue de l'Avocat en Waterloo.

Se sabe que Puigdemont frecuenta la vivienda, de lo contrario se podría pensar viendo el comportamiento de los coches, que allí vive un jefe de estado

El Palau de Waterloo está a plena actividad. Hace unos días Carles Puigdemont colgó una fotografía en sus redes sociales acompañado de los cuatro ex consejeros que también residen en Bélgica. El entorno de la instantánea es muy parecido al paisaje que se puede ver desde la casa de Puigdemont.

Además, en las últimas horas ha mantenido un encuentro con su equipo legal y el vicepresidente del Parlamento de Cataluña. La conclusión es que toda la actividad política que Carles Puigdemont realizaba antes en el hotel Husa President Park de Bruselas la ha trasladado a su residencia de Waterloo.

Parece que el Palau de Waterloo sirve de residencia y de “sede del gobierno de Cataluña en el exilio”. Fuentes jurídicas dicen que a finales de marzo el Tribunal Supremo podría enviar a Bruselas una nueva orden europea de detención contra Carles Puigdemont y sus exconsejeros. Quizás entonces la casa se vuelva a quedar vacía a la espera de un nuevo inquilino.