La historia censurada de suicidios en la Policía y Guardia Civil sacude Interior
Lo publicamos en ESdiario y ahora Joaquín Leguina, ex presidente de la Comunidad de Madrid en ABC habla de censura y responsabiliza de estas muertes a los mandos.
El contertulio, escritor y expresidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, publica un artículo de opinión este sábado en ABC en alusión a lo publicado por ESdiario. En pleno debate sobre la equiparación salarial, el expolítico centra su atención en el gran problema entre los agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil, el de los suicidios.
Leguina comienza explicando el delicado asunto contando cómo lo tratamos en España y haciendo símiles con la literatura"en España -no se sabe por qué- se ejerce una estricta censura sobre unos hechos luctuosos como son los suicidios, y también sobre los nombres de ciertas dolencias físicas o mentales ("murió tras una larga enfermedad", suele leerse). Sin embargo, la psiquiatría, la sociología (comenzando por el clásico, 'El suicidio', de Émile Durkheim) y la literatura se han ocupado a fondo del suicidio", arranca.
Para, después de varias alusiones de cómo ha abordado la literatura universal el asunto del suicidio, entra directamente en materia sobre policías y guardias civiles.
"Emilio, un inspector del Cuerpo Nacional de Policía, llegó el sábado 10 de febrero de 2018 a la comisaría de Palencia donde trabajaba, saludó a los compañeros y entró al vestuario. Allí se disparó un tiro en el pecho y murió. Tenía mujer y un hijo de ocho años.
Jacobo, un guardia civil de 38 años destinado en el puesto de Candelaria (Tenerife). Estaba separado. Los vecinos oyeron un disparo seco a primera hora de la mañana procedente de su vivienda: se había quitado la vida tras acabar su turno.
Estos datos los ha publicado ESdiario hace pocos días y también ha informado de que en lo que va de 2018 se han suicidado diez policías y guardias civiles. En Huesca, Sevilla, Benidorm, Motril... la epidemia se extiende por las plantillas de toda España. Pero no es coyuntural. Durante 2017 se suicidaron veintiún guardias civiles y doce policías nacionales.
ESdiario publicó también el mensaje de un policía nacional que rezaba así: "Lamentamos comunicar un nuevo caso de suicido en la Policía: la agente M.A.S. destinada en Valencia nos ha abandonado en el día de hoy (19-02-2018)".
Después, Leguina, continua: "Según el psicólogo Juan F. Díez, que es un policía jubilado, el estrés laboral, el desarraigo y los turnos de trabajo son algunas de las causas que van minando la salud mental de los agentes. 'Tienen un arma y un trabajo muy estresante. Sólo por ello todos los policías y guardias civiles deberían tener una buena atención psicológica', sostiene. Y añade: 'Pero no la tienen. Una vez que ha entrado en el cuerpo, un guardia civil se puede pasar treinta años de carrera sin que le hagan un solo reconocimiento psicológico'.
En la Guardia Civil prestan servicio en torno a medio centenar de psicólogos, todo ellos mandos del Instituto Armado (por lo que a un subordinado le cuesta horrores acudir a él en busca de ayuda".
Y concluye abordando el polémico asunto de la censura "la censura sobre el tema del suicidio viene avalada por el argumento según el cual hacer públicos los suicidios incitaría a cometerlos, pero este argumento no se aplica jamás a otras muertes violentas, especialmente a los asesinatos de mujeres a manos de hombres, que no sólo se publican a bombo y platillo sino que sirven para justificar una ideología radical que predica la violencia intrínseca del "heteropatriarcado" contra las mujeres. A este propósito daré una pista en búsqueda de una explicación de la censura férrea que se practica acerca del suicidio: En España, de cada cuatro suicidios, tres lo son de varones y uno de mujer".