Anna Gabriel entra en pánico al verse arruinada y sin encontrar trabajo en Suiza
Gran parte de la CUP se ha desentendido de las andanzas de su antigua portavoz. Sus militantes no se aflojan el bolsillo y el trabajo de profesora universitaria no llega. Alerta roja.
La situación de la exportavoz de la CUP, Anna Gabriel, huida en Ginebra comienza a ser agónica. Y es que sus dos grandes expectativas para garantizar su subsistencia en la costosa Suiza están, por el momento, condenadas al fracaso.
En primer lugar, la exparlamentaria antisistema sigue sin encontrar trabajo como profesora de Derecho, su titulación; en segundo término, la formación de un gobierno independentista -que podría subvencionar de alguna forma su estancia en el país helvética a través de los fondos del creado Espacio Libre de Bruselas- está más lejos que nunca. Y, en parte, por culpa de su propio partido.
Cabe recordar que Gabriel está fugada oficialmente desde el pasado 20 de febrero, cuando no acudió a declarar ante el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, que le había imputado por rebelión, sedición y malversación de fondos públicos. Sin embargo, se cree que al menos fue una semana antes cuando la exportavoz cupera había salido de Cataluña. Desde entonces, hace frente a los gastos de residir en Suiza, a su manutención y a los costosos honorarios de su abogado, Oliver Peter.
Según su declaración de bienes de 2015 (cuando llegó al Parlament), Anna Gabriel afronta desde enero de ese mismo año al pago de un crédito de 10.000 euros que pidió para adquirir un Seat Ibiza. En total 228 euros a lo largo de cuatro años. Es decir, hasta enero del próximo año. Además, reconoció disponer de 36.363 euros en depósitos o cuentas corrientes. Un capital insuficiente para residir en la carísima Ginebra durante mucho tiempo.
Mientras tanto Endavant, la corriente anarquista a la que pertenece, ha puesto en marcha una campaña de recogida de fondos para financiar la estancia de su exlíder en Suiza. Pero no está teniendo el éxito planeado. En parte por la grave crisis económica que padece la CUP desde su debacle electoral el 21-D y en parte por la guerra civil que enfrenta a Endavant con Poble Lliure, la otra gran corriente de la formación.
El nuevo portavoz de la CUP, Carlos Riera, durante la ronda de contactos abierta por Roger Torrent.
Son precisamente los enemigos internos de Gabriel los que están obstaculizando la firma del último acuerdo que les ha ofrecido Junts per Catalunya y ERC para poder investir al nuevo presidente de la Generalitat. Y es que la formación del nuevo Govern y la nueva estructura exterior diseñada para Carles Puigdemont podría servir para financiar la fuga de la exportavoz cupera.
Sin embargo, los duros han impuestos cinco condiciones imposibles para los dos grandes partidos independentistas, ya que suponen continuar y endurecer su desafío al Estado y la prolongación del 155.
Tampoco está contando Anna Gabriel con el apoyo de la llamada caja de resistencia de la ANC, muy mermada por los pagos de las fianzas que los tribunales han ido imponiendo a las decenas de imputados por el 1-O. Las últimas a la secretaria general de ERC, Marta Rovira (60.000 euros), y este mismo viernes al exnúmero dos de la Consejería de Interior, César Puig (100.000).
En este último mes tampoco ha contado Anna Gabriel con el calor de sus antiguos compañeros de filas. Tan solo ha recibido la visita de su antecesor en la Portavocía, David Fernández. La última delegación que la visitó en Ginebra fue una del sindicato proetarra LAB. Lo que ha puesto a la Guardia Civil sobre la pista de que, por la vía vasca, Gabriel estuviera recibiendo algún tipo de apoyo financiero.
Y es que todo indica que la estancia en Suiza de la exdirigente antisistema va para largo. Este mismo lunes la Fiscalía ha confirmado que no activará contra ella la euroorden hasta que el juez Llarena dicte auto de procesamiento contra ella. Y cabe recordar que la pasada semana declaró la investigación "causa compleja" por lo que dispone de 18 meses más para su instrucción.