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El independentismo echa un órdago a Llarena y le reta a que encarcele a Turull

Nueva jornada de caos y otro desafío a Rajoy y al Supremo. El Parlament investirá a Turull este jueves, veinticuatro horas después de que el Supremo lo procese. Y puede regresar a prisión.

Jordi Turull tiene un complicado horizonte de futuro en el Supremo.

Publicado por
Miguel Blasco

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A la tercera, la vencida. El Parlament celebrará este jueves a las 5 de la tarde el pleno de investidura con Jordi Turull como candidato. En el juego del escondite en que se ha convertido la política catalana a manos del independentismo, este miércoles se ha vuelto a vivir una jornada frenética.

Primero con Roger Torrent anunciando su tercera ronda de contactos -que inició de forma express y por teléfono contra todo pronóstico a última hora de la noche-, después con el magistrado Pablo Llarena dando un nuevo vuelco a su investigación y cerrando parte de la misma y, finalmente, con Junts per Catalunya y ERC alumbrando una nueva provocación al Estado. Y es que Turull está citado el viernes por el juez para entregarle el auto de procesamiento y, tal vez, enviarle de nuevo a la cárcel.

Tras un nuevo día de caos total y ya entrada la noche, los dirigentes de los antiguos socios en el Govern mantuvieron una reunión para negociar un adelanto del pleno de investidura a este mismo jueves, mientras Torrent conversaba con el resto de líderes parlamentarios. Posteriormente se reunió la cúpula del partido de Puigdemont, con el expresident participando a través de videoconferencia.

Tras varias entradas y salidas de los despachos, Torrent compareció ante los periodistas para anunciar el nuevo desafío del independentismo. Pese a ser citado el viernes para recibir su auto de procesamiento, el Parlament celebrará este jueves el pleno de investidura con Turull como candidato. Un pleno fijado contra el criterio de Ciudadanos, PSC y PP.

Esta nueva huida hacia adelante de Junts per Catalunya y Esquerra no fue secundada por la CUP que decidió aplazar su Conferencia Política al ver el paso al frente del Supremo y a la espera de ver como evolucionan los acontecimientos. Sin embargo, todo apunta a que los cuatro parlamentarios cuperos facilitarán la investidura de Turull.

El magistrado del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, ha dado este miércoles un golpe de mano sobre la causa del 1-O

Estos últimos movimientos del independentismo se produjeron después de que este miércoles hayan coincidido dos novedades en los ámbitos institucional y judicial. El primero, la comparecencia del presidente del Parlament, Roger Torrent, para anunciar la apertura de forma inmediata de la tercera ronda de contactos con la formaciones políticas para sondear los apoyos a un nuevo candidato a la investidura.

Pero, sin duda, la gran novedad llegó a media tarde desde el Tribunal Supremo. El juez Pablo Llarena citó para este viernes por sorpresa a seis de los imputados en la causa del 1-O para notificarles el auto de procesamiento por los delitos de rebelión y sedición. Se trata del propio Jordi Turull, de los exconsejeros Josep Rull, Dolors Bassa y Raùl Romeva, de la expresidenta del Parlament, Carmen Forcadell, y de la secretaria general de ERC, Marta Rovira.

Será el viernes, tras escuchar a la Fiscalía y a Vox -acusación popular- cuando Llarena decidirá si los envía a prisión hasta la apertura del juicio oral, o los mantiene en libertad provisional. Si los seis procesados regresan a la cárcel, la investidura de Turull correría la misma suerte que la de Jordi Sánchez.

Pero aún hay más. En el caso de que Turull sea investido y elija a Rovira como vicepresidenta, como exige Esquerra, ambos serán inhabilitados cuando el auto de procesamiento sea firme y se fije la fecha para el juicio. Es decir, que ambos se verían obligados a dimitir de inmediato.

Y es que, pese al juego del gato y el ratón al que se han abonado los independentistas, sigue siendo el Tribunal Supremo y el Constitucional los que marcan las reglas del juego.