Marta Rovira se esfuma del mapa en Suiza y deja detrás un pufo de 60.000 euros
La tierra parece haberse tragado a la número dos de ERC desde que huyó como Anna Gabriel para no acabar en prisión preventiva. Ni sus compañeros saben dónde está. Ni cuándo asomará.
Desde que Marta Rovira anunció que emprendía "el camino del exilio" para no declarar ante el juez Pablo Llarena (y acabar en prisión provisional), supuestamente rumbo a Suiza, nada se ha vuelto a saber de la secretaria general de ERC.
Es como si la tierra se hubiera tragado a Rovira, que no ha dado señales de vida en los diez últimos días ni siquiera en Twitter, donde solía ser una habitual. Qué diferente fue cuando Anna Gabriel escapó y no dejó televisión suiza por recorrer.
Ni sus propios compañeros saben a ciencia cierta dónde se encuentra, si en Suiza o escondida en algún otro país. Lo único claro es que sobre ella pesa una orden internacional de detención e ingreso en prisión.
El pasado jueves, el nuevo adjunto a la Presidencia de ERC, Pere Aragonés, reconoció en una entrevista en TV3 que no tenía información de dónde está Rovira, pero añadió que "en un lugar seguro". Y que comparecerá públicamente cuando aclare "su situación de estancia legal" allá donde esté.
A tal punto llega su desconexión -parafraseando al independentismo catalán- que el abogado suizo Matthew Parish ha hecho un llamamiento a través de Twitter ofreciéndose a ayudar a la número dos de Esquerra si es que acaso alguien tiene acceso a ella:
Y mientras, la broma de Marta Rovira va a salirle a la ANC por 60.000 euros, puesto que fue la Asamblea Nacional Catalana la que abonó la fianza. Al huir de la Justicia, el juzgado de Llarena ha avisado este lunes por escrito al tesorero de la ANC de que si en los próximos días Rovira no se presenta ante él, el Estado se quedará con el dinero. Íntegramente.