El enfado monumental de Felipe VI con Sofía y Letizia retumba en toda Zarzuela
Por "inconveniente e inoportuno", el incidente entre las dos reinas ha irritado al Rey, con dos delicadas citas en su agenda: la decisión del Supremo sobre su cuñado y la final de la Copa.
Oficialmente, ninguna valoración sobre lo que se conoce ya como la "guerra de las dos reinas". Oficiosamente, el malestar y el enfado del Rey Felipe VI con su esposa y su madre es bien palpable en el Palacio de la Zarzuela. Por "inconveniente e inoportuno", reconocen a ESdiario fuentes próximas a la Casa Real.
Y eso que el equipo que rodea al jefe del Estado insiste una y otra vez con el mismo argumentario cuando se pregunta por las relaciones entre el actual núcleo duro de la Familia Real -reducida a los Monarcas y a sus hijas- y el resto de los miembros del clan, los Reyes Eméritos y las Infantas Cristina y Elena. "Rey solamente hay uno. Y Reina, solo una", se enfatiza.
El enfado del Rey se resume en la escueta conversación que mantuvo -o por mejor decir, que abortó- con su padre tras el ya viral incidente en la catedral de Palma. "Tenemos que hablar de esto", le espetó Don Juan Carlos. "Ahora no, ¿no lo ves?", respondió Felipe, aludiendo a la presencia de medios de comunicaciones y de ciudadanos anónimos cámaras en ristre.
Según cuentan a ESdiario las citadas fuentes, este golpe bajo a la imagen de los Reyes llega en un momento muy delicado, con dos fechas marcadas en rojo en la agenda del Monarca. El inminente fallo del Tribunal Supremo sobre Iñaki Urdangarín -y su más que previsible ingreso en prisión- se da por seguro en Zarzuela que va a ser utilizado en la ofensiva brutal que el independentismo, Podemos e IU mantienen desde hace meses contra la Corona.
La segunda cita, la final de la Copa entre el Barcelona y el Sevilla el sábado 21 de abril en el estadio Metropolitano. Se espera la venganza del independentismo al histórico discurso de Felipe VI el 3 de octubre con una nueva humillación en forma de monumental pitada al himno y al propio Rey. El malestar de los asesores del jefe del Estado ha ido creciendo además en las últimas horas por el impacto mediático internacional que una "anécdota familiar" está provocando.
El Rey, pese a la enorme polvareda levantada, optó este miércoles por recuperar con normalidad su agenda institucional con una visita a una unidad del Ejército.
Zarzuela hace hincapié en que precisamente para evitar estas "disfunciones", el Rey decidió tras ser coronado reducir el estatus real a Doña Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. Pero el 80 cumpleaños de Don Juan Carlos y el 40 aniversario de la primeras elecciones democráticas han forzado que a lo largo de este 2018, los Reyes y los Eméritos vayan a coincidir en varios actos como ocurrió el domingo en la misa de la Catedral de Palma.
El papel de la Reina Letizia sigue preocupando al equipo de colaboradores más estrechos de Felipe VI. En primer lugar, porque es una propia "burbuja" en la Casa, con agenda propia y un grupo de amistades que se remonta a su etapa de periodista.
Pero, sobre todo, por la "sobreprotección" que está dando a sus dos hijas, en especial a la Princesa Leonor. Una sobreprotección que casa mal con el papel de la niña como heredera de la Corona.
El Rey retomó su agenda este miércoles, tras el revuelo provocado por los quince segundos de un vídeo viral ya como pocos, con una visita a una unidad militar en Sevilla. Y este jueves recibirá como es habitual las cartas credenciales de los nuevos embajadores acreditados en España.
Letizia recupera también este jueves su agenda en la sede de la Organización Médica Colegial de España, presidiendo la II Jornada sobre tratamiento informativo de la Discapacidad en Redes Sociales. Redes sociales, toda una ironía después de lo sucedido en las últimas 24 horas.
Tal vez por eso, mientras en La Zarzuela se han puesto manos a la obra a una tarea que conocen bien del pasado más reciente: apagar fuegos y contener daños.