Rivera deja el futuro de Cifuentes en manos de un sondeo exprés y distorsionado
Cs está en una encrucijada después de que los rectores hayan pasado la patata caliente a la Fiscalía. Porque tendrán que decidir si echar a la presidenta antes de que la Justicia hable.
El secretario general de Cs, José Manuel Villegas.
"Esto va para largo", reconocía este miércoles en los pasillos del Congreso un alto dirigente de Ciudadanos. Y "esto", es el ultimátum que el partido naranja ha dado al PP para que le entregue la cabeza de la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, enredada en la polémica sobre su máster en la Universidad Rey Juan Carlos.
Pese al discurso y la firmeza exhibida en público, en privado son muchos los dirigentes del partido de Albert Rivera los que reconocen que en su formación, el escenario final de tener que apoyar la moción de censura de PSOE y Podemos contra Cifuentes genera notable y, también, creciente preocupación. De momento, la ejecutiva nacional tiene este jueves una importante cita.
Rivera y su equipo de colaboradores esperan con expectación un trabajo de campo que conocerán este jueves. Lo que piensan sus bases del máster de Cifuentes.
Se trata de una encuesta, de las habituales de intención de voto que periódicamente encarga Cs, en las que incorpora alguna consulta sobre diversos temas de actualidad. El sondeo que en las próximas 24 horas van a recibir Rivera y su equipo más estrecho de asesores será determinante en la decisión final, ya que va a testar la opinión de las bases naranjas sobre una operación que puede acabar entregando la Comunidad de Madrid a la izquierda.
El problema, según los dirigentes de Cs que más recelan de la moción de censura, es que este sondeo exprés está realizado "en caliente" y en medio de la avalancha de información de las dos últimas semanas.
"No hemos llegado todavía a esa fase", ha asegurado el numero dos de Cs, José Manuel Villegas, en una conversación informal con periodistas. Villegas, que ha reconocido que no ha hablado con su homólogo popular, Fernando Martínez Maillo, desde el lunes, ha reiterado que "la pelota está en el tejado" de los populares y ha dado por hecho que será Mariano Rajoy, a su regreso de Argentina, el que mueva ficha.
El responsable de la Conferencia de Rectores y los observadores designados para revisar el expediente del máster de Cifuentes, en su comparecencia de este miércoles.
Sin embargo, fuentes de Ciudadanos consultadas por ESdiario reconocen que el ultimátum de Rivera e Ignacio Aguado se ha topado ahora con un "problema de tiempos". Todo después de que este miércoles, los responsables de la Conferencia de Rectores (CRUE) no hayan ofrecido ninguna conclusión sobre el trabajo de sus observadores sobre el máster de Cifuentes en la URJC.
En su informe preliminar, la CRUE se limita a constatar algunas irregularidades documentales de la universidad ya conocidas y se remite a la investigación abierta formalmente por la Fiscalía de Móstoles.
El problema para Ciudadanos es que los tiempos de la política son mucho más rápidos que los de la Justicia. Y que Cs tiene que decidir sobre la moción de censura del PSOE a finales de abril sin que haya una sola prueba contundente de que Cifuentes ha cometido irregularidad alguna.
Por eso, en las últimas horas, en los contactos informales que mantienen populares y naranjas, se ha abierto otra vía, la de consensuar la creación de la comisión de investigación que los de Rivera propusieron desde un principio, cuando su estrategia fue la de no precipitarse e investigar a fondo el polémico máster.
Dado que cierta sensación de vértigo se ha instalado en Cs ante el riesgo de que Rajoy no ceda esta vez a un nuevo "sacrificio a la murciana", los de Rivera han advertido también este miércoles que aún no están en la pantalla de la moción. Y Villegas ha reconocido que si llega esa fase se tendrán que sentar a negociar con mucha cautela la iniciativa de los socialistas para descabalgar a Cifuentes.
Una Cifuentes que ha retomado su agenda este miércoles para asistir a un acto de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, un acto al que tenía previsto acudir en un principio su número dos, Ángel Garrido.
De momento, en apenas 24 horas, Rivera tendrá sobre la mesa de su despacho el primer termómetro del sentir de sus bases. Y en Cs, donde el marketing y la táctica son una religión, esa encuesta se va a tener muy en cuenta.
