Cs se olvida de Chaves y el juicio de los EREs porque está ocupado con Cifuentes
La tibia reacción del partido naranja tras el interrogatorio al expresidente de la Junta en el juicio de los ERE frente al acoso contra la presidenta madrileña enfada a 'Génova'
Si una de las prioridades de cualquier dirigente político es velar por el destino de cada euro de dinero público, bien sea procedente de los impuestos de los ciudadanos o de las ayudas de la Unión Europea, el juicio de la pieza política de los EREs fraudulentos en Andalucía ha evidenciado el caos y el descontrol más absoluto que ha reinado en la Junta durante las más de cuatro décadas de los sucesivos gobiernos del PSOE.
Tras la declaración este lunes del expresidente andaluz, exvicepresidente del Gobierno, exministro y expresidente del PSOE, Manuel Chaves, ha quedado cerrada la primera fase de la vista oral y confirmada la estrategia de defensa de los principales exdirigentes del socialismo andaluz procesados por el tribunal, la estrategia de los tres monos: nadie vio, nadie oyó y nadie habló.
Y en el camino se perdieron más de 1.200 millones de euros en el que ya es el tercer caso de corrupción más costoso de la historia tras el caso Edu (3.000 millones) y la operación Malaya (2.800). Sirva de comparación: la Gürtel, que también se juzga ahora, defraudó 120 millones.
En su declaración de este lunes Chaves, como ya hizo la pasada semana su sucesor, José Antonio Griñán, ha asegurado que nunca conoció ni el sistema de reparto de las ayudas, ni tampoco su destino.
La ya famosa partida L31 de la que nadie se hace responsable. Pero lo más paradójico es que lo mismo han declarado los exconsejeros, entre ellos Magdalena Álvarez y Carmen Martínez Aguayo; sus viceconsejeros y los respectivos directores generales.
A la espera de la última declaración de la trama política, que protagonizará este viernes un exdirector general de la Junta, se abre ahora una larga fase pericial más técnica y áspera en la que el tribunal va a escuchar a más de un centenar de peritos, técnicos y funcionarios. Quedan, además, casi una decena de piezas separadas que instruyen varios juzgados andaluces.
La irónica fotografía del banquillo del juicio de los EREs: el proceso a cuatro décadas de "régimen" socialista en Andalucía.
Sin embargo, pese a la gravedad del fraude y la importancia de los procesados que se sientan en el banquillo de la Audiencia Provincial de Sevilla, el PSOE y Pedro Sánchez están saliendo vivos del más reciente trance judicial de su larga lista histórica de escándalos por corrupción.
En primer lugar, en el plano político por la condescendencia que han mostrado en las últimas semanas Podemos y Ciudadanos, y la falta de proyección nacional del líder del PP, Juanma Moreno.
Especialmente llamativa ha sido desde el inicio del juicio la actitud del líder de Cs en Andalucía, Juan Marín, sobre todo en contraste con la dureza con la que su compañero Ignacio Aguado, y el propio Albert Rivera, han mostrado en la polémica del máster que salpica en Madrid a Cristina Cifuentes.
Tampoco la secretaria general de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, ha hecho casus belli del descontrol absoluto de las arcas de la Junta que ahora gobierna Susana Díaz, a juzgar por las declaraciones de Chaves, Griñán, Gaspar Zarrías o Magdalena Álvarez.
Pero Ferraz y el Palacio de San Telmo también se han visto beneficiados desde el plano mediático. El juicio de los EREs y las declaraciones de los dos expresidentes andaluces han pasado de puntillas por los principales programas de debate político de las cadenas nacionales. Y el PP llegó a denunciar públicamente la "censura" de Canal Sur el día en que Griñán fue interrogado.
Tal vez por eso, muchos en el PP se lamentan de la doble vara de medir entre una polémica como la del máster de la presidenta madrileña y el desfalco de más de 1.200 millones de euros por el que están en el banquillo dos expresidentes autonómicos y de la Ejecutiva Federal del PSOE y 22 altos cargos de la Junta de Andalucía.
Y, por si fuera poco, la suerte. Chaves ha respondido a juez y fiscal en el primer día efectivo de la Feria de Abril.