Así planea Rivera quitar de su camino a Rajoy y Sánchez y llegar a presidente
La "gran ola" de las encuestas confirmadas por el CIS lleva a Cs en volandas a la cita de 2019. Garantizados los PGE y a las puertas de gobierno en Cataluña, los naranjas pisan el acelerador
Una evidente sensación de euforia ha recorrido este miércoles los corrillos protagonizados en el Congreso de los Diputados por los principales dirigentes de Ciudadanos. Y eso, incluso después de la tensa bronca entre Mariano Rajoy y Albert Rivera que ha terminado con la ruptura de su acuerdo para combatir el órdago independentista en Cataluña.
El barómetro de abril del CIS -como colofón a una decena de encuestas publicadas desde enero-y el nuevo triunfo del partido naranja imponiendo al PP la salida de Cristina Cifuentes de la Comunidad de Madrid abre "un tiempo nuevo", en palabras de un relevante miembro de la Ejecutiva de Cs en declaraciones a ESdiario.
Rivera ha impuesto a los suyos una nueva etapa con la vista puesta en esos sondeos con tres premisas fundamentales: hay espacio para crecer electoralmente tanto a su derecha como a su izquierda; no hay pactos futuros predeterminados; y nadie -"nadie", se insiste- tiene su puesto como candidato garantizado para los comicios del año próximo.
"Somos la más clara alternativa de gobierno", subrayaba este miércoles el portavoz parlamentario de Cs, Juan Carlos Girauta. "Ya estamos consolidados, ahora toca crecer aún más", remachaba otro de los hombres más próximos a Rivera.
En Ciudadanos se defiende una premisa básica: Rivera es el único líder político que defiende lo mismo en toda España. Y ese es, según sus estrategas, un caladero de votos tanto hacia el PP como hacia el PSOE.
Y se ponen como ejemplo las recientes declaraciones del líder naranja en Andalucía, Juan Marín, quien tras sostener durante dos años y medio a Susana Díaz, se abre ahora a la posibilidad de desalojar al PSOE de la Junta en las próximas elecciones pactando con los populares.
Y, además, Cs se considera el único partido nacional que puede presentarse como adalid contra la corrupción. Simplemente porque no tiene pasado de gobierno.
Albert Rivera, este miércoles con la nueva presidenta de la AVT, Maite Araluce. Ciudadanos quiere ser el garante contra posibles cesiones a los presos de ETA.
En Ciudadanos, la ruptura del acuerdo sobre el 155 tiene una clara interpretación. Rivera y Arrimadas se creen ahora los mejores garantes de la defensa de la unidad de España y la Constitución. Con este discurso de firmeza han dejado en la práctica ruina al PP catalán y aspiran a convertirlo en extraparlamentario en solo una legislatura.
Rivera trata de arrebatar a Rajoy la bandera de la defensa de las víctimas de ETA. Y este miércoles ha dado un golpe de mano también en este ámbito.
En el País Vasco, la estrategia es similar. Un combate decidido contra el nacionalismo y los privilegios obtenidos por el PNV, que gobierna gracias a los populares de Alfonso Alonso. Y, en el nuevo escenario abierto tras la disolución de ETA, la garantía contra las cesiones a los presos etarras.
A muchos en el PP y en el PSOE ha llamado en este sentido la atención que el primer líder nacional en ser recibido por la nueva presidenta de la AVT, Maite Araluce, haya sido precisamente Rivera, al que ha visto este miércoles en el Congreso. Y es que la última iniciativa parlamentaria contra los homenajes a los reos asesinos en los municipios vascos ha sido del partido naranja.
Pero la Ejecutiva de Cs tiene un plan para recortar también el espacio electoral del PSOE. Las fuentes del partido naranja consultadas por este periódico hacen referencia a dos importantes datos de la cocina del CIS. Sánchez está alejando a dos de las principales fuentes de voto históricas del socialismo con Felipe y Zapatero: mujeres y jóvenes.
Y ahí piensa Rivera, con nuevas iniciativas parlamentarias, dirigir sus objetivos en los próximos meses. Caladeros de voto "transversales" que sumar a otros colectivos a los que Ciudadanos lleva mimando esta legislatura: autónomos, profesionales liberales, miembros de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado y universitarios.
Los fichajes que han de venir
El último pilar del ambicioso plan de Rivera para dar el sorpasso a Rajoy y Sánchez tiene que ver con los próximos carteles electorales. El lunes, tras la reunión de su Comisión Permanente, Rivera reiteró ante los periodistas que su intención es "abrir Ciudadanos al talento" para defender el fichaje de independientes, como el caso del exprimer ministro de Francia, Manuel Valls, para la Alcaldía de Barcelona.
Que se conozcan, Rivera ha sondeado nombres como Manuel Pizarro, Joaquín Leguina y Joan Mesquida como futuros posibles candidatos. Y habrá más. El líder de Cs es consciente de que la ola de la popularidad lleva a su partido en volandas. Y reparte una consigna: "No cometer errores y aprovechar la debilidad del bipartidismo". La misma hoja de ruta que llevó a Enmanuel Macron al Elíseo y hundió en Francia a los conservadores de Sarkozy y los socialistas de Hollande. Ese es el espejo en el que cada día se mira Rivera.
Prueba del viento a favor, este mismo miércoles el líder de Cs ha recibido un regalo. Ha sido nombrado por el Foro Económico Mundial como uno de los 100 Jóvenes Líderes Mundiales de 2018 por "su trabajo innovador, su enfoque creativo de los problemas y su habilidad para tender puentes entre culturas y entre empresas, gobiernos y la sociedad civil".