Garrido pasa página en Madrid y toma posesión arropado por Cospedal y Soraya

Ángel Garrido tomó posesión este lunes como sexto presidente de la Comunidad de Madrid, confesándose embargado por una "intensa emoción personal" y con tres retos principales por delante que enumeró:

"Reducir y superar las consecuencias sociales de la pasada crisis económica; dotar de estabilidad y calidad al empleo que se crea; y consolidar la sostenibilidad de una cartera de servicios públicos cada vez más completa y que llega a capas más amplias de la población".

El sucesor de Cristina Cifuentes estuvo arropado, en el acto en la Real Casa de Correos, por una amplia representación de la política y la sociedad no sólo madrileñas.

A su toma de posesión asistieron el presidente del Senado, Pío García Escudero; la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría; la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal; la de Empleo, Fátima Báñez; la delegada del Gobierno en la Comunidad, Concepción Dancausa; la presidenta de la Asamblea de Madrid, Paloma Adrados; así como los portavoces del PP en el Congreso y el Senado, Rafael Hernando y José Manuel Barreiro.

Además de diputados y senadores madrileños, el presidente de la Federación de Municipios de Madrid, representantes empresariales, sindicales y de diversas entidades. También estuvieron dos expresidentes de la Comunidad: Joaquín Leguina y Alberto Ruiz Gallardón. Faltó, por contra, la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena.

Ante todos ellos Garrido ofreció desde Madrid colaboración a todas las administraciones, en especial a los ayuntamientos y al resto de autonomías de España. Y mandó una mensaje de "solidaridad y concordia" para fortalecer, apoyar e impulsar España ante "proyectos rupturistas".

"Una España que no concebimos privada de ninguna de sus partes, ni tampoco sometida a otra política que no sea la del respeto a la Constitución y las leyes, la tolerancia y el reconocimiento de la diversidad, sin imposiciones ni proyectos rupturistas", defendió.

Por otra parte, centrándose en la autonomía madrileña, Garrido destacó los logros de la región en las últimas décadas como "la dotación de unos servicios públicos" que en algunos casos, como la sanidad, la educación o el transporte, "son de alta calidad" así como el impulso que se ha dado a "la economía y la creación de empleo".

El nuevo presidente madrileño se comprometió a rendir cuentas dentro de un año,"para que cuando los ciudadanos vuelvan la vista atrás comprueben que la región ha avanzado, que ha dejado atrás algunos problemas y que está mejor preparada para afrontar otros. Y sobre todo, que puede fijarse a sí misma nuevas metas a partir del camino recorrido".

Ahora queda que en breve anuncie su Gobierno, que tendrá pocos cambios respecto al de Cifuentes. Lo que sí ha adelantado Garrido es la creación de una Consejería de Justicia.