La marcha de Rajoy deja noqueados a Rivera y Cs: "Contra Mariano vivíamos mejor"
Hasta hace dos semanas los naranjas lideraban las encuestas y ahora se encuentran en un nudo gordiano: ¿Van a hacer oposición a la oposición del PP -por cuyo electorado pelean- o a Sánchez?
Rivera y Rajoy se saludan en el Congreso.
La cúpula de Ciudadanos ha quedado noqueada con el nuevo escenario abierto tras la caída del gobierno del PP y el anuncio de retirada de Mariano Rajoy. Acostumbrados en el último año a crecer haciendo oposición a los populares y condicionando su gestión día a día, el nuevo escenario abierto tras la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa, ha convertido de un plumazo a los 32 diputados de Albert Rivera en la oposición de la oposición.
Y el PP, con sus 137 diputados y un líderazgo renovado en apenas un mes, va a visibilizar como nunca que es la verdadera alternativa electoral al PSOE. Se estrecha el margen de maniobra del partido naranja. "Rajoy es nuestro mejor activo", solían bromear en privado los miembros de la Ejecutiva de Ciudadanos.
Y es que Rivera ha hecho de la debilidad parlamentaria de Rajoy y de su desgaste por los casos de corrupción que sacuden Génova 13 su principal estrategia de erosión al PP. Y su mejor arma para crecer en las encuestas, a costa en la mayoría de las ocasiones de votantes desencantados con Rajoy, y sus recelos a impulsar la regeneración total que muchos reclaman.
Rivera, que este martes se despidió de su antiguo socio de investidura deseándole "lo mejor en lo personal", mostró su enfado mayúsculo a primera hora, desvelando su malestar por el hecho de que Rajoy no le hubiera llamado antes del debate de la moción para consensuar una salida controlada de la legislatura rumbo a unas elecciones anticipadas. Lo que había planeado minuciosamente Cs.
Pero lo que ahora ha desatado todas las alarmas en la sede madrileña de Cs en el perfil del favorito para suceder a Rajoy. El propio Rivera lo ha confesado en privado en numerosas ocasiones. "Feijóo nos haría mucho daño", ha venido a reconocer.
Y es que el presidente de la Xunta no es mucho mayor que Rivera, tiene su misma frescura, está "limpio" y acumula una dilatada experiencia de gestión. Desde empresas, como el antiguo Insalud o Correos, hasta el propio gobierno gallego. Algo de lo que carece Rivera. "Pescamos en el mismo río", reconoce a ESdiario un dirigente de Cs.
Rivera y Arrimadas, este martes en Madrid en un desayuno organizado por El Economista.
Aunque los apoyos a Rivera, y a Arrimadas en Cataluña, son sólidos, en Cs se afanan en dar un volantazo a su estrategia. Que iba a pasar por un férreo marcaje a Sánchez y sus peligrosos socios, y por aprovechar una supuesta larga batalla interna en el PP. "Se van a matar", se oía el viernes en los corrillos de los diputados naranjas en el debate de la moción. Pero Rajoy actuó este martes con precisión de cirujano y descolocó a Rivera y los suyos.
Junta Directiva el lunes, congreso extraordinario en julio y, a la vuelta de las vacaciones, un nuevo y rejuvenecido liderazgo en el PP. Entonces, Sánchez, Rivera y Feijóo si es el elegido como muchos apuntan, van a competir de igual a igual. Y como ironiza el citado dirigente: "Contra Mariano vivíamos mejor".