La neutralidad del PP de Madrid salta por los aires: su portavoz se une a Casado
La división que tanto temían los presidentes regionales (por eso querían una lista única) ha empezado a producirse después de que los candidatos exhiban sus primeros fichajes en público.
La carrera por la sucesión de Mariano Rajoy ya está provocando las primeras grietas visibles en el armazón territorial del PP, como se temían los barones.
En el PP de Madrid se han hecho más que evidentes después de que Pablo Casado, miembro de la dirección que tomó las riendas del partido tras la dimisión de Cristina Cifuentes, se haya presentado a entregar sus avales (más de 5.000) con dos mujeres destacadas de esa dirección: Isabel Díaz Ayuso, la portavoz, y Ana Camíns, vicesecretaria de Acción Sectorial.
Y ha ocurrido apenas un día después de que el presidente del PP de Madrid, Pío García-Escudero, promoviera el envío a la prensa de un comunicado en el que la formación proclamaba su "absoluta neutralidad" y pedía un proceso "sin ningún tipo de presión".
Para mayor enredo, este mismo miércoles el presidente de la Comunidad, Ángel Garrido, insinuó su apoyo a María Dolores de Cospedal. No en vano a ella le debe ser presidente regional, puesto que la secretaria general apostó por él como sucesor de Cifuentes cuando no todos lo tenían tan claro.
García-Escudero ha de decidir ahora si, tras intentar convertir el PP de Madrid en un terreno neutral sin éxito, mantiene en sus puestos a Díaz Ayuso y Camíns.
El equipo de este último ha deparado más sorpresas. Se ha unido a él Javier Maroto, vicesecretario de Política Social y Sectorial del PP. La división en el PP del País Vasco al que Maroto pertenece también es evidente, puesto que su presidente, Alfonso Alonso, ha acompañado a Soraya Sáenz de Santamaría en la presentación de avales.
Con Casado también están el diputado murciano Teodoro García, el castellano-manchego José Ignacio Echániz y el castellano y leonés Ignacio Cosidó, exdirector general de la Policía.