Baja cifra de inscritos en el PP hasta en Ávila, tierra de dos de los candidatos

La primera vuelta de las elecciones internas del PP ha puesto el partido frente a un problema que lleva años arrastrando: un número oficial de militantes, en torno a 800.000, que no se corresponde con el real.

Entre otras cosas porque en esa cifra hay miles de afiliados que han ido falleciendo sin ser dados de baja. ¿Por qué cada territorio no depura sus listas? Porque de la cifra de militantes depende el número de compromisarios que a cada territorio le corresponde en los congresos, y por tanto es poder. Así que o lo hacen todas las baronías a la vez o ninguna querrá dar el primer paso y quedarse en inferioridad de condiciones.

La diferencia va a hacerse más evidente cuando la comisión organizadora del Congreso dé este martes la cifra de inscritos, condición sine qua non para poder votar. La participación se espera modesta, por debajo de los congresos regionales y locales más disputados que vivió el partido el año pasado.

Sirva en ejemplo de Ávila, circunscripción especial puesto que de ella proceden dos de los seis candidatos que llegarán a la primera vuelta (José Luis Bayo, el séptimo, se ha quedado fuera por no acreditar los 100 avales en regla): Pablo Casado y José Ramón García Hernández.

Solo por eso el PP de Ávila debería estar especialmente movilizado. Pues bien, se han inscrito en toda la provincia 580 militantes de los algo menos de 4.100 que figuran sobre el papel, en torno a un 14%. En el Congreso provincial, por contra, fueron 1.086 inscritos. Y en el regional, 393.

En toda Castilla y León se han inscrito 6.570 afiliados el 13,2% del total. Y se calcula que la media en toda España no distará mucho de ese porcentaje.

Todos los candidatos han hecho estos días llamamientos a la participación, pero el PP no es el PSOE. En las últimas primarias que celebró el PSOE para elegir entre Pedro Sánchez y Susana Díaz votaron el 65,8% de los militantes socialistas.