Soraya pone el mercado de fichajes del PP al rojo vivo: ahora Borja Sémper
La campaña popular va camino de convertirse en una especie de liga de las estrellas, pese a los intentos de Cospedal por contener a los cargos públicos y evitar tensiones extra.
Borja Sémper ha anunciado que apoya a Soraya Sáenz de Santamaría. Imagino que los 87 inscritos que ha conseguido en Guipúzcoa, donde lidera el PP, votarán el día 5 por la exvicepresidenta del Gobierno. Cuando leí, este martes, su artículo en El Mundo Sin miedo al cambio, en el que no daba nombres, pensé que iba luego a dar ese paso. Así que no ha sido una sorpresa.
Estimo personalmente a Sémper, es una fenomenal persona. Otros compañeros de partido, sin embargo, no opinan lo mismo: “Es un ególatra que sólo piensa en sí mismo”, me decía un habitualmente sensato dirigente vasco, algo conmovido estos días con la carrera sucesoria.
Igualmente considero legítima su ambición política, e incluso es natural que busque una victoria de Sáenz de Santamaría que le beneficiaría particularmente, porque el seguro desembarco en Madrid de Alfonso Alonso, como número dos o tres del partido, le abriría la puerta a ser presidente del PP vasco.
Ya se sabe: en estos procesos sucesorios, como en cualquier lucha partidista interna, lógicamente se mezclan muchos apetitos, personales y profesionales sobre todo. También, por supuesto, ideales. Aunque siempre he sido un descreído y me asombra ver cómo los políticos revisten con ropajes ideológicos lo que casi siempre simplemente son intereses privados.
Sin embargo, sí creo que se está haciendo algo injusto con María Dolores de Cospedal: mientras ella llama a la calma a los cargos del partido para que guarden neutralidad y eviten crear una tensión que pueda provocar rupturas irreconciliables, desde el equipo de Sáenz de Santamaría se juega a fichar “ilustres” que luego van a los medios y lo cuentan, como si, en lugar del PP, esto fuera la liga de las estrellas. En este proceso, los protagonistas tienen que ser los afiliados inscritos.