Suiza da permiso de residencia a Anna Gabriel en su barrio caro sin tener empleo
La exportavoz de la CUP podrá quedarse allí cinco años a pesar de que no ha acreditado tener un trabajo y de que, según ella misma, vive de la "generosidad" de sus amigos catalanes y suizos.
Suiza le ha dado el permiso de residencia a Anna Gabriel para cinco años a pesar de que la exportavoz de la CUP no ha encontrado trabajo allí, porque ni siquiera domina el idioma.
Así lo ha confirmado su madre, Maribel Sabaté, en una entrevista en Ona Bages . "La semana pasada estuve allí y le llegó el permiso de residencia por cinco años. Eso le dio tranquilidad porque puede optar a puestos de trabajo u optar a convocatorias que a las que hasta ahora le era más difícil acceder", ha afirmado.
Para que las autoridades suizas concedan a un ciudadano de la UE un permiso de residencia transcurridos los tres meses de estancia en su país, es necesario que acredite que tiene trabajo. O, como poco, "medios financieros suficientes para no tener que recurrir a la asistencia social durante su estancia", según explica el Ministerio de Asuntos Exteriores
Cuando en febrero se fugó a Suiza antes de declarar ante el juez Pablo Llarena, Gabriel daba por hecho que la Universidad de Ginebra le daría trabajo. Pero no fue así. Y tampoco lo ha encontrado en ningún otro sitio.
Así que es de suponer que, en vista de que Suiza le ha dado aun así el permiso de residencia, la exportavoz de la CUP al menos ha acreditado que dispone de los recursos económicos para no ser una carga para su país de acogida.
Ello resulta sorprendente, puesto que en una entrevista en Libération declaró que vive gracias a la "generosidad" de algunos amigos catalanes y suizos. Muy generosos tienen que ser para correr con los gastos de su hospedaje y manutención en una de las zonas más exclusivas de Ginebra, donde los alquileres no bajan de los 5.000 euros mensuales y llegan a los 10.000.
Según su madre, como nadie le da trabajo se está dedicando a estudiar inglés y en septiembre empezará un doctorado en la Universidad de Ginebra.
Todo con tal de no volver a España, porque existe una orden de detención nacional contra ella. Así que si pone un pie en España ya sabe dónde acabará.