Cospedal, Casado y Soraya siembran las sedes del PP de interventores: no se fían
Las urnas de Madrid, Andalucía, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana estarán vigiladas por mil ojos de unos y otros candidatos, dado que un puñado de votos puede decidir el resultado
Nadie se fía de nadie en el Partido Popular. Tal es la incertidumbre que rodea la primera vuelta del proceso para elegir al sucesor de Mariano Rajoy, y tan alargada la sombra de los aparatos, que todos los candidatos quieren tener mil ojos puestos en el recuento.
En buena parte de las 1.096 sedes donde los inscritos votarán el jueves habrá presencia de interventores de unos y otros candidatos, señalan desde la comisión organizadora del Congreso. Con tan baja cifra de inscritos (66.384 militantes) es posible que un puñado de votos decida el resultado. De ahí que cada papeleta sea muy importante.
María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado han cubierto todas las provincias con decenas de voluntarios, porque su poder de movilización es mayor. Castilla-La Mancha es el epicentro de las miradas de Sáenz de Santamaría y Casado. Andalucía, el de Cospedal.
Especialmente desconfiado es el exvicesecretario de Comunicación del PP, que ya durante la campaña ha denunciado "presiones" a los afiliados para que voten en uno u otro sentido. Aunque el voto es secreto, habrá mesas con muy pocos inscritos, "así que es fácil saber quién se sale del guión", ironizan desde el equipo de uno de los candidatos.
García-Margallo, Cabanes y García Hernández no han conseguido suficientes voluntarios para cubrir todo el territorio
Los otros tres candidatos, José Manuel García-Margallo, José Ramón García Hernández y Elio Cabanes, no han logrado los suficientes voluntarios como para cubrir el territorio. "En todas las provincias es imposible. Solo queda confiar en que se hagan bien las cosas y los interventores de todas las candidaturas velen por la limpieza", señalan desde el equipo de Cabanes.
El exministro de Exteriores, por ejemplo, se ha centrado en repartir sus interventores entre Madrid y la Comunidad Valenciana, que suman entre ambas casi el 30% de los inscritos.
En Madrid, tanto Ángel Garrido como Pío García Escudero, presidente del Gobierno y del PP respectivamente, se han posicionado al lado de Cospedal. En tierras valencianas Isabel Bonig ha proclamado su neutralidad, pero no así distintos cargos de su equipo, que han tomado partido por Sáenz de Santamaría.
Alguno de los candidatos cree que no solo el recuento está en juego, sino que también se trata de evitar las presiones a pie de urna. "Yo no quiero sembrar dudas, pero si hay en sitios donde no obtengo un solo voto, será raro", afirma José Ramón García a ESdiario. El espera ganar en Ávila, su circunscripción.
Desde la candidatura de Cospedal sostienen que a estas alturas de la campaña la suerte está más que echada y que el número de indecisos es un porcentaje ínfimo. El mismo jueves por la noche se sabrán los resultados. La comisión organizadora del Congreso es consciente de que la participación bajará de esos 66.384 militantes inscritos, pero confía en que no mucho.