El obispo de Alcalá ‘contraprograma’ al Orgullo Gay con sus Sexólicos Anónimos
El polémico prelado, famoso por sus soflamas homófobas, ha hecho coincidir el lanzamiento de este servicio “para librarse de la lujuria” con la celebración de la fiesta del colectivo LGTB
El obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, el prelado más famoso de la Conferencia Episocopal, reconocido por su homofobia y por sus incendiarios alegatos contra el aborto (al que llegó a comparar con el Holocausto), el divorcio, el amor libre y las técnicas de reproducción asistida, ha hecho coincidir con la semana del Orgullo Gay el lanzamiento de su última idea, controvertida como casi todas las suyas.
Se trata de una comunidad que promete acabar con el uso "descontrolado u obsesivo de la pornografía, la masturbación, la promiscuidad, el romanticismo, la prostitución, las fantasías, o las relaciones de pareja".
En concreto, el Obispado ofrece en su página web este nuevo servicio "para ayudar a personas con adicción al sexo" a través de un colectivo denominado Sexólicos Anónimos, "una comunidad de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse".
"El único requisito para ser miembro es el deseo de liberarse de la lujuria y alcanzar la sobriedad sexual", señala la web de la Diócesis complutense, que incluye los enlaces de Sexólicos Anónimos y del Centro de Orientación Familiar 'Regina Familiae', además de referencias a estudios sobre el tema y sobre los abusos sexuales.
"El único requisito para ser miembro es el deseo de liberarse de la lujuria y alcanzar la sobriedad sexual", señala
Sexólicos Anónimos, que no cobra nada a los participantes, subraya en su web que "no está vinculada a ninguna secta, confesión religiosa, partido político, organización o institución religiosa alguna; no desea intervenir en controversias; no respalda ni se opone a ninguna causa". "Nuestro objetivo es primordial es mantenernos sexualmente sobrios y ayudar a otros sexólicos a alcanzar la sobriedad sexual", señalan.
La adictiva “hipersexualidad”
El colectivo ayuda a personas que hacen un uso "descontrolado u obsesivo" de la pornografía, la masturbación, la promiscuidad, el romanticismo, la prostitución, las fantasías, las relaciones de pareja, "una adicción a la lujuria que también es conocida como hipersexualidad".
"Muchos de nosotros llegamos aquí desesperados porque perdimos el control de nuestras vidas, la adicción al sexo nos impedía llevar una vida digna, equilibrada y feliz. La compulsión sexual era tan fuerte que, tras intentar numerosas veces dejarlo sin éxito y volver a recaer, nos hizo perder la confianza en nosotros mismos y la esperanza de vernos libres de su tiranía; llegamos a sentirnos aislados del mundo y perdidos", apuntan en su web.
Reig Pla ha llegado a recibir el reconocimiento de varios colectivos ultracatólicos como Hazte Oír y continúa siendo uno de los personajes públicos que promueve con mayor tesón este tipo de terapias y falsos tratamientos, algunos rayanos en la ilegalidad y directamente prohibidos en otros países.
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