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El PP prohíbe a Soraya y Casado presionar a los compromisarios por email y carta

La Comisión Organizadora no quiere dar a los equipos de ambos más información personal sobre los 3.184 delegados que la estrictamente necesaria, aunque sabe que es una batalla perdida.

Soraya junto al presidente de la Comunidad de Madrid y del PP de Madrid, su punto flaco.

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Solamente 3.184 hombres y mujeres tienen sobre sus hombros el peso de elegir al sucesor de Mariano Rajoy, así que cada voto vale su peso en oro.

Ser compromisario del PP es estos días una profesión de riesgo. Es por eso que la Comisión Organizadora del 19º Congreso del partido (COC) quiere mitigar la presión que ya están ejerciendo ambas candidaturas, la de Soraya Sáenz de Santamaría y la de Pablo Casado, sobre quienes decidirán el ganador.

En su reunión de este lunes, el órgano que preside Luis de Grandes decidió prohibir a los equipos de una y otra contactar directamente por email o por carta con los compromisarios. Si quieren hacerlo (que seguro querrán), deberá ser a través de la COC, según fuentes del mismo consultadas por ESdiario.

La Comisión no ha querido poner en manos de las candidaturas más información personal de los compromisarios que la estrictamente necesaria: nombre, apellidos y circunscripción.

Ni teléfono, ni dirección de correo electrónico ni ningún otro dato de afiliación figura en el listado que este lunes los organizadores hicieron llegar a ambos candidatos, según las mismas fuentes.

La reunión de la Comisión Organizadora del 19º Congreso del PP celebrada este lunes.


La propia COC es consciente de que su medida, aunque bienintencionada, es un intento en vano de poner diques al mar. Porque a estas alturas tanto el equipo de Casado como el de Sáenz de Santamaría ya tienen todos los datos de los compromisarios, incluido a quién votaron en la primera vuelta.

De hecho los 3.184 están recibiendo llamadas y presiones desde el mismo viernes, según varios de ellos cuyo testimonio ha recabado este periódico. Con argumentos como que con Casado vuelve el aznarismo. O que con Sáenz de Santamaría el PP está condenado a la desaparición en el medio plazo.


Las presiones no son solo a aquellos compromisarios cuyo candidato se quedó en la primera vuelta y han de reubicarse, como María Dolores de Cospedal o José Manuel García-Margallo. Los de Casado intentan que haya alguna deserción en el bando de Sáenz de Santamaría y viceversa. No dan un solo delegado por perdido.

Desde la candidatura de la exvicepresidenta reconocían este lunes que están teniendo "conversaciones con los compromisarios", centrándose en las 30 circunscripciones (la mitad) donde Sáenz de Santamaría no ganó. No hablan en ningún momento de presiones. Los de Casado, tampoco. Pero lo son. Y feroces. E irán a más según se aproxime la votación.

El pronóstico imposible

Llegados a este punto, casi nadie se atreve a vaticinar cómo se comportarán esos 3.184 compromisarios, que en su inmensa mayoría -si no todos- viven del partido. Ya sea en cargos institucionales u orgánicos. Así que les va el sueldo en ello.

Los de Casado afirman tener a 2.000 compromisarios de su parte, sumando todo el frente antisoraya. Sin embargo, la clave está en que aunque el exvicesecretario de Comunicación confía en llevarse a su terreno a todos los que votaron a Cospedal, eso no sucederá, salvo si acaso en Castilla-La Mancha.

Los compromisarios que a priori respaldaban a Cospedal no votarán en bloque, una mala noticia para Casado

No son un bloque. La mejor prueba son los casos del presidente de la Comunidad de Madrid y el de la ciudad autónoma de Ceuta, Ángel Garrido y Juan Jesús Vivas. Ambos apoyaron a la exsecretaria general y a ambos les ha faltado tiempo para alistarse ahora en las filas de Sáenz de Santamaría.

El caso de Garrido tiene más delito, puesto que en Madrid Casado arrasó en la primera vuelta con el 54% de los votos. Ceuta fue para Cospedal. ¿Qué les mueve? Ambos quieren ser candidatos en 2019 y creen que con ella tendrán más opciones.

Entretanto, se espera con expectación un pronunciamiento público de la exsecretaria general en favor del exvicesecretario de Comunicación. Pero no está claro que se vaya a producir.

Casado este lunes en Pamplona.