Un economista destapa la purga de Sánchez: no ha dejado un solo alto cargo vivo
¿Era necesario el relevo multitudinario en la Administración General para apenas dos años de legislatura? Un experto contesta a la pregunta y fulmina al líder del PSOE por sus enchufes.
En apenas un mes, desde su llegada al Palacio de La Moncloa, Pedro Sánchez ha incrementado en 70 los altos cargos de la Presidencia del Gobierno respecto a la etapa de Mariano Rajoy. Paralelamente, el líder del PSOE ha colocado a sus asesores más próximos en apetecibles y bien remunerados destinos.
Tres ejemplos: su exjefe de gabinete, Juanma Serrano, en la Presidencia de Correos. Su gurú económico, Manuel Escuredo, en la embajada ante la OCDE en París. Y su asesor demoscópico, José Félix Tezanos, en la Presidencia del CIS.
Además, La Moncloa y los ministerios están forzando una purga masiva de altos cargos y funcionarios. Embajadores, directores generales, subsecretarios, asesores... Algunos expertos han abierto ya el debate. ¿Era necesario este masivo relevo en una legislatura que apenas va a durar dos años y que parte de una moción de censura y no una cita con las urnas?
Uno de los primeros en responder a esta pregunta ha sido el economista y colaborador en varias publicaciones Fernando Gutiérrez del Arroyo, que firma este martes un duro artículo con el sugestivo título de La desmesurada sustitución de altos cargos tras el cambio de gobierno.
Y si revelador es el título, más aún lo es el arranque del artículo. "El BOE lleva un mes escupiendo nombramientos".
"Tras la moción de censura el relevamiento (sic) de altos cargos en la Administración General del Estado , organismos autónomos y empresas públicas ha sido casi total: secretarios y subsecretarios de Estado, directores y subdirectores generales, gabinetes y un largo etcétera. El quítate tú para ponerme yo tampoco ha cambiado en esta ocasión", denuncia Gutiérrez del Arroyo.
El economista advierte de que este proceder "es tóxico, porque lesiona los incentivos de los funcionarios y la continuidad de la Administración y genera tratos de favor o premios de lealtad a personas de la cuerda que no siempre cuentan con la formación o experiencia adecuadas".
"Esta lesiva dinámica tiene un componente inercial: repetir lo que ya hicieron los anteriores (lo mismo que hemos visto, desgraciadamente, en RTVE). El eslogan soterrado y revanchista de los cambios de gobierno se reduce, sencillamente, al ahora venimos nosotros", denuncia este experto en su artículo que publica Politikon.es.
"El relevamiento de altos cargos que traen consigo los cambios de gobierno es excesivo, lesivo e injustificado. Los gobiernos entrantes tienen incentivos a mantener este sistema, pero unos pocos retoques legales bastarían para empezar a cambiar tan arraigada costumbre", concluye Gutiérrez del Arroyo.