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Casado llega al Congreso del PP subido a una ola de adhesiones de última hora

El paso al frente de Cospedal el lunes fue el punto de inflexión. Tras ella han salido presidentes regionales, provinciales, alcaldes... Casado está más fuerte de lo que Soraya esperaba.

El cierre de campaña de Casado en la plaza de Colón.

El cierre de campaña de Casado en la plaza de Colón.

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Pablo Casado siempre lo tuvo claro. Él y su equipo de fieles colaboradores. Si era capaz de pasar la primera vuelta, no tenía duda de que ganaría el Congreso del PP.

Ahora, llegada la hora de la verdad, lo cree con más convencimiento que nunca. El cónclave de la sucesión de Mariano Rajoy arranca este viernes con el viento soplando a favor del exvicesecretario de Comunicación después de la sucesión de acontecimientos producidos en las últimas horas.

Se podría decir, incluso, que Casado llega al Hotel Auditorium subido a una ola de apoyos que comenzó el lunes, cuando María Dolores de Cospedal -sobre todo ella- y el resto de aspirantes que cayeron en la primera votación escenificaron su apoyo a Casado en un desayuno.

Hasta entonces la todavía secretaria general se había pensado mucho si apoyar públicamente a Casado, dejando que fueran otros miembros del PP de Castilla-La Mancha quienes llevaran la voz cantante.

Pero Cospedal decidió que ésta también era su guerra después de que llegaran a sus oídos ciertas maniobras de los sorayos para atraer a varios presidentes regionales; y de negociar con Casado el futuro de algunos de los hombres y mujeres que estuvieron con ella en la primera vuelta, como Dolors Montserrat e Isabel García Tejerina.

El paso al frente de Cospedal sirvió para que otros presidentes regionales que hasta entonces se habían declarado neutrales se pusieran al lado de Casado. De Fernando López Miras (Murcia) a José Ignacio Ceniceros (La Rioja). Pasando por José Antonio Monago (Extremadura) y Xavier García Albiol (Cataluña).

Casado y varios exministros este jueves en una comida.


En paralelo, destacados dirigentes del PP de Galicia rompieron también su silencio entre el miércoles y jueves para apoyar a Casado, entre ellos los presidentes del PP de Pontevedra y La Coruña, Alfonso Rueda y Diego Calvo; en lo que se ha interpretado como un posicionamiento de Alberto Núñez Feijóo (Rueda es su mano derecha).

En medio ha habido imágenes como ésta de los compromisarios de Toledo haciéndose una foto de familia en apoyo de Casado:

También un cierre de filas prácticamente unánime en el PP de Madrid -su fortín- en torno a él. En las últimas horas han apostado públicamente por Casado la alcaldesa de Pozuelo, el de Las Rozas, el de Alcorcón, los portavoces en Alcalá de Henares, Fuenlabrada, Móstoles... y por supuesto el del PP en la capital, José Luis Martínez Almeida.

A la ola se han subido también el presidente del PP de Teruel, el de Zaragoza, la del PP de Lérida, el de Ciudad Real, el alcalde de Alicante, el de Cuenca, el de Guadalajara, la presidenta de Nuevas Generaciones de Aragón, el portavoz del PP en las Juntas Generales de Vizcaya...

Y la traca final, en forma de manifiesto suscrito por los exministros que este jueves comieron con él: Cospedal, Jose Manuel García Margallo, Jorge Fernández, Isabel García Tejerina, Rafael Catalá, Dolors Montserrat, Juan Ignacio Zoido y José Manuel Soria.

"Esta candidatura representa la renovación y la experiencia necesarias que precisa hoy nuestro partido así como su consolidación como proyecto político más fuerte, más unido y ganador en España", reza.

"Esta candidatura integra a cinco de los seis candidatos que se presentaron en la primera vuelta, demostrando una alta capacidad de integrar a una amplia mayoría de los militantes que votaron en la primera fase del proceso", continúa. "Esta candidatura presenta un proyecto político ilusionante en defensa de la democracia, la libertad y la unidad de España".

Soraya Sáenz de Santamaría y los suyos, enfadados, tuitearon una foto comiendo pizza en Génova 13, una sede que según sus rivales ha pisado muy poco en los últimos siete años. Aunque bastante más Javier Arenas.

La jornada de este viernes será para despedir a Mariano Rajoy, y girará en torno al discurso de éste. No obstante no habrá tregua: los movimientos seguirán hasta que toque votar el sábado.

Hasta hace días el equipo de Soraya contaba con que Casado llegaría al viernes falto de apoyos, e incluso especulaban con la posibilidad de que una vez allí se rindiera y negociara con Sáenz de Santamaría al ver que los números no le daban para ganar. Sin embargo, y a juzgar por el tsunami de las últimas horas, es él el que más fuerte llega.

Soraya comiendo con su equipo en Génova el último día de campaña.

Soraya comiendo con su equipo en Génova el último día de campaña.

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