Alarma en Zarzuela por el empeño de Torra de reventar el 17-A y humillar al Rey
La Casa Real y La Moncloa ultiman los preparativos de la visita más complicada de Felipe VI a Cataluña. Ni los llamamientos públicos ni las mediaciones "discretas" obtienen frutos.
"No olvidemos para que vamos a estar allí", vino a decir Pedro Sánchez el pasado viernes, cuando confirmó desde La Moncloa la presencia de los Reyes en Barcelona el próximo día 17, en el acto de homenaje a las víctimas de los atentados yihadistas de Las Ramblas y Cambrils, de los que se cumple el primer aniversario.
Pero ni ese llamamiento a la "responsabilidad y moderación" -según explican fuentes del Gobierno-, ni las mediaciones más o menos discretas con la Generalitat, entre ellas las de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y algunos dirigentes de Podemos, van a ser suficientes para frustrar los planes del independentismo: reventar el acto del 17-A para humillar y vengarse del Rey Felipe VI.
En la Zarzuela son desde hace días bien conscientes de que, a la cabeza del motín, está el propio presidente de la Generalitat, Quim Torra, que lleva semanas alimentando el boicot al Jefe del Estado y echando leña al fuego de los CDRs. De hecho, cabe recordar, Torra exigió a Colau -organizadora y anfitriona del acto- que no invitara al Monarca.
Torra, dando nuevas muestras de sus intenciones, han mantenido este miércoles una sonada discusión en las redes sociales con la ministra Meritxell Batet, que se limitó a reclamar respeto a las víctimas de la matanza yihadista.
"Yo no tengo tiempo para preocuparme del Rey", contestó despectivo Torra.
d
El Rey y Quim Torra, en su último encuentro en Tarragona, durante los Juegos del Mediterráneo.
Con este escenario tan poco halagüeño, Policía y Guardia Civil ultiman el despliegue de seguridad da un acto al que, junto a los Reyes, Pedro Sánchez y Ada Colau, asistirán los líderes de los partidos políticos y los representantes de las instituciones. Será el debut institucional de Pablo Casado como presidente del PP.
Las Fuerzas de Seguridad del Estado no están encontrando un apoyo "entusiasta" al despliegue en la Consejería de Interior que dirige el radical Miquel Buch. De hecho, se ha negado a diseñar un operativo específico para los Mossos en la jornada.
Y en las redes sociales, a través de esos mismos CDRs así como Ómnium, los llamamientos a manifestaciones, concentraciones, escraches y homenajes al exmayor Trapero y al exconsejero Joaquim Forn y al resto de los presos del 1-O se han disparado en las últimas horas.