Piqué deja la Selección en plena tormenta del secesionismo contra España
El futbolista desata la polémica al marcharse en el peor momento y asegurar que, sin embargo, espera jugar "muchos años" aún en el Barça.
Gerard Piqué no volverá a jugar con la Selección, pero no porque Lopetegui le haya eliminado de la lista. Tampoco porque sea excesivamente mayor -tiene solo 31 años- ni porque esté en un mal momento deportivo, precisamente ahora que ha sido designado tercer capitán del Barça.
No, la decisión es suya y, aunque ya había coqueteado con ella, no ha sido oficial hasta hoy: "Sí, hablé con Luis Enrique hace una o dos semanas. Me llamó y le comenté que la decisión estaba tomada hace tiempo, y muy meditada. Fue una etapa muy bonita en la que gané la Eurocopa y el Mundial. Ahora me quedo centrado en el Barça durante muchos años y para disfrutarlo muchísimo".
El anuncio alimenta la polémica extradeportiva sobre el jugador, sospechoso siempre de simpatizar con el secesionismo mientras, paradójicamente, representaba a España. La controversia comenzó ya hace dos años y le ha perseguido siempre, tras recortarse las mangas de la camiseta rojigualda en uno de los 102 partidos que llegó a jugar con el combinado español.
La Diada
Muchos vieron en ese gesto un desprecio hacia los colores nacionales, acentuado por su participación en una de las Diadas más soberanistas y por su comprensión hacia el referéndum ilegal de independencia celebrado, sin ningún permiso, el pasado 1-O.
Ese malestar entre la hinchada, que excedió del ámbito futbolístico para adentrarse en el político, lo volvió a reflejar con motivo de las Elecciones catalanas del 21 de diciembre, cuando volvió a sugerir que, de ganar el soberanismo, España debía de entender el mensaje.
Así, en aquella semana clave para la investidura del nuevo presidente de la Generalitat a finales del pasado enero, recordó su petición de antes de las elecciones de diciembre: "Dije antes de las elecciones que me gustaría que se respetaran los resultados, y el resultado no está siendo respetado", lamentó.
Un adiós polémico
Ahora Piqué vuelve a elegir un mal momento para abandonar un barco en el que nunca pareció sentirse cómodo. A escasos días del aniversario de los atentados del 17A, concebidos por el nacionalismo como una plataforma reivindicativa contra la Constitución y en el apogeo del boicot de la Generalitat a la visita del Rey a Barcelona. Con ese paisaje, Piqué dice adiós. Y no parece un gesto inocente.