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Rapapolvo del Colegio de Abogados al defensor de Puigdemont por tramposo

Gonzalo Boye recibe una clara advertencia por sus maniobras oscuras en la querella contra el juez Pablo Llarena. Al letrado, condenado por colaborar con ETA, le persigue la polémica.

Gonzalo Boyé, abogado de Puigdemont en su querella contra el juez Pablo Llarena.

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Las oscuras y poco limpias maniobras del abogado de Carles Puigdemont, Gonzalo Boye, en su querella contra el juez Pablo Llarena ante la justicia belga, le ha costado al letrado un severo correctivo del Colegio de Abogados de Madrid, al que Boyé pertenece.

Su Junta de Gobierno "por unanimidad y sin reservas" ha rechazado amparar al polémico letrado -editor de la revista Mongolia y defensor también del rapero fugado Valtonyc- por los ataques que denuncia haber sufrido a cuenta de la presentación de una demanda en Bélgica contra el instructor de la causa del procés en el Tribunal Supremo.

En un comunicado hecho público este jueves, la Junta señala que no concurren en este caso "los hechos objetivos que hipotéticamente pudieran justificar" la concesión del citado amparo.

Fuentes del órgano han explicado que la decisión ya se le ha comunicado a Boye, a quien se ha advertido también de que a raíz de una queja presentada contra él el comité deontológico estudia la apertura de un expediente que podría concluir en sanción.

El abogado solicitaba que se le amparara frente a las amenazas que afirma haber recibido vía redes. Pero la nueva actuación del comité deontológico del Colegio se produce a raíz de una queja presentada por el eurodiputado Enrique Calvet, del grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa.

El parlamentario pide que examine el comportamiento deontológico de Boye para aclarar su "nivel de responsabilidad" en la traducción errónea de las declaraciones del juez Llarena utilizadas para armar la demanda civil presentada contra el magistrado ante los tribunales belgas.

No es la primera vez que Boye provoca una polémica por sus dudosos comportamiento éticos. En febrero pasado, como publicó ESdiario, fue pillado difundiendo email íntimos de Iñaki Urdangarín.

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