Sánchez pone a Iván Redondo de jefazo en el PSOE y el partido se le echa encima
Por su cuenta y riesgo, el presidente ha puesto al frente del Comité Electoral del PSOE a su jefe de Gabinete en La Moncloa, decisión que podría contravenir las normas internas del partido.
El PSOE está indignado con Pedro Sánchez. O al menos una parte importante de él. Una decisión tiene la culpa: la incorporación de Iván Redondo al Comité Electoral de los socialistas, un órgano tradicionalmente reservado a los militantes con vitola, tal y como recogen además las reglas internas del partido. Y además lo hará como coordinador, una figura reservada al unísono para el secretario de Organización y ministro de Fomento, José Luis Ábalos.
Pero el secretario general no entiende de costumbres internas y ha decidido fichar a un externo, su jefe de Gabinete formal en La Moncloa, para un cometido interno. Con una peculiaridad que algún destacado militante ha destacado: es la primera vez que un cargo público, cuyo coste sufraga el conjunto de los ciudadanos, va a prestar sus servicios electorales para un partido de una manera tan visible.
Incluso algunos se atreven a decirlo en público, como el conocido militante socialista y profesor de la Universidad Politécnica de Madrid Víctor Gómez Frías: "Grave error de Sánchez Castejón incluyendo a Iván Redondo en el comité electoral. Al no ser militante, vulnera las normas del partido pero además significa que pone al servicio del PSOE un asesor que pagan todos los españoles".
El más influyente
Redondo se ha convertido en la mano derecha de Sánchez para todo, pese a su pasado ligado al PP, del que llegó a ser consejero en el Gobierno autonómico de José Antonio Monago en Extremadura. A él se le achaca toda la política de comunicación electoral del presidente, incluyendo sus polémicos posados a bordo del Falcon inspirada en Kennedy, paseando su perro o corriendo en La Moncloa o caminando con escoltas por Nueva York.