Lesmes pospone la decisión sobre las hipotecas ante el incendio en la Judicatura
Hasta el 5 de noviembre no se reunirá el pleno de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, cuyo presidente está en el ojo del huracán pero sigue contando con el apoyo de su jefe de filas.
El incendio provocado en la Judicatura por la famosa sentencia que exime al cliente del pago del impuesto de la hipoteca es ya de proporciones bíblicas. El presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, ha reunido este lunes a los magistrados de la Sección Segunda de la Sala de lo Contencioso-Administrativo después de que el viernes el presidente de dicha Sala, Luis María Díez-Picazo, enmendara la plana a sus propios jueces.
Y la conclusión es que de momento no hay conclusión. Hasta el día 5 de noviembre no se celebrará el Pleno de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, cuyos 31 jueces deberán decidir si mantienen el criterio de la Sección Segunda o no.
En el comunicado en el que Lesmes anuncia la fecha, defiende la "independencia y profesionalidad" de los jueces que fallaron en favor de los hipotecados; pero haciendo contorsionismo, también sale al rescate del cuestionado presidente de la Sala.
El ambiente está muy tenso en el Tribunal Supremo, y la asociación Juezas y Jueces por la democracia ha pedido la dimisión de este último, Díez-Picazo, por "la incompetencia, incomprensión, mala imagen de la Administración de Justicia que ha generado, además del consiguiente descrédito de sus propios compañeros a los que preside y que han elaborado una sentencia perfectamente discutida, razonada y razonable", afirman sus miembros en un comunicado.
En la opinión pública ha cuajado la idea de que, como dice el dicho popular, la banca siempre gana. Banca que de momento este lunes ha seguido firmando hipotecas y cargando el impuesto de actos jurídicos documentados al hipotecado.
En la Sección Segunda del Tribunal Supremo están indignados con Díez-Picazo, que no obstante sigue contando con el paraguas protector de Lesmes, con quien guarda una estrecha relación.
El presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo llegó a negar tener conocimiento previo del asunto que estaba tratando la Sección Segunda, pero quedó a los pies de los caballos cuando trascendió que él mismo firmó el auto de admisión a trámite del recurso impulsado por el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid (Madrid), el que derivó en esta sentencia.