La última de Carmena: abre la puerta a construir un templo budista en la capital

Quitó los belenes del Ayuntamiento, introdujo ‘reinas magas’ en las cabalgatas de los distritos y se muestra en general distante con la Iglesia católica, pero la alcaldesa de Madrid procura no escatimar gestos de simpatía con el resto de religiones. Y el último ha sido con el budismo.

Manuela Carmena se ha reunido esta semana con su homólogo de Lumbini, localidad nepalí que la tradición budista señala como cuna de Buda, y ha suscrito con él un memorando de colaboración para acometer actuaciones concretas a corto y medio plazo, como la posibilidad de construir este templo.

De hecho, el Ayuntamiento ha precisado en un comunicado que "está actualmente identificando parcelas municipales aptas para este fin". La firma ha tenido lugar en Expotural, un evento dedicado a la naturaleza, el clima y el turismo sostenible que se desarrolla en Feria de Madrid (Ifema).

Quién sabe si para las próximas elecciones, la regidora puede vender como uno de sus logros de gestión haberle dedicado al budismo el lugar que se merece el la capital, para satisfacción de la magra comunidad budista.