Zarzuela teme que Iglesias y Garzón hagan una jugarreta a Don Juan Carlos el 6-D
La confirmada presencia del Emérito en el solemne acto del 40 aniversario de la Constitución se ha convertido en un quebradero de cabeza para la Casa Real, que mira a Podemos e IU.
"Hace tiempo que se ha abierto la veda, y aquí hay barra libre para disparar al Rey de todas las maneras". En el Palacio de la Zarzuela todos son dudas y temores sobre la gran cita pendiente para este 2018 -mensaje navideño de Felipe VI al margen- el acto solemne de conmemoración del 40 aniversario de la Constitución que el Congreso tiene señalado en rojo para el próximo 6 de diciembre.
Una cita que llega tras la pifia monumental del acto previo a éste, el del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas, que las Cortes Generales acogieron el 28 de junio del pasado año. Entonces, la ausencia del Rey Juan Carlos, artífice incuestionable de aquellos comicios, generó una polémica de enormes proporciones.
Por eso, y para compensar la brutal campaña de Podemos e Izquierda Unida contra el Emérito, alimentada además por la difusión de las grabaciones del excomisario Villarejo sobre sus negocios y andanzas con su amiga entrañable, Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, tanto la Casa Real como el Gobierno y el Congreso han acordado que, esta vez sí, Don Juan Carlos sea protagonista de la histórica efemérides.
Desde hace varias semanas, los servicios de Protocolo de Zarzuela, Moncloa y del Palacio de la Carrera de San Jerónimo trabajan a contrarreloj para perfilar la agenda y el diseño del acto central del 6-D bajo una sola premisa cerrada: el padre de Felipe VI estará en el Congreso y en ocupará un lugar central en el hemiciclo, según fuentes de la Casa Real consultadas por ESdiario.
Sin embargo, una creciente sensación de preocupación se ha instalado en La Zarzuela, donde han llegado ya los ecos de una renovada ofensiva de Podemos e Izquierda Unida, con un posible boicot al acto y con convocatorias callejeras de sus bases contra la Monarquía.
La última iniciativa de los de Iglesias, remitiendo a Palacio una insólita carta en la que exigen a Felipe VI que fuerce a comparecencia voluntaria de su padre en el Congreso para explicar sus negocios y su relación con Corinna, no han hecho más que alimentar esas alarmas.
Los asesores del Felipe VI son conscientes de que esta es la última oportunidad de la izquierda radical, junto a los independentistas catalanes y los proetarras de Bildu, para ajustar cuentas con Juan Carlos I. Y en plena precampaña electoral.
Y una oportunidad de oro para reventar su último homenaje, convertido por las Instituciones y por PSOE, PP y Ciudadanos en un acto de desagravio al gran artífice de la Transición. En redes sociales ya han comenzado los llamamientos a rodear el Congreso el 6-D.
El primer desaire de Iglesias al Rey Felipe: le entregó en el Parlamento Europeo la serie Juego de Tronos.
Las fuentes consultadas por este periódico reiteran el mantra instalado tras la abdicación y la coronación de Felipe VI, "Rey no hay más que uno". Y, añaden, "de ampliar el foco habrá que hacerlo a la Princesa Leonor, a ningún otro lado".
Pero en La Zarzuela son también bien conscientes de que la premura -con los escándalos cercándole y en una "endiablada" coyuntura política tras el bloqueo surgido de las elecciones del 20-D- con la que Don Juan Carlos abandonó la Jefatura del Estado le ha privado del gran homenaje que merece.
Y este próximo 6-D puede ser la última oportunidad para compensarle, más aún en el año en el que se celebra su 80 cumpleaños.