Sánchez se niega a aclarar de nuevo cuándo va a haber Elecciones Generales
El presidente marea la perdiz, acosado por el fracaso presupuestario, y se niega a poner fecha a los comicios mientras arremete contra el mismo Congreso que le llevó a La Moncloa.
Habrá Elecciones Generales... pero nadie sabe cuándo. Y Pedro Sánchez, que acepta lo primero y tiene la llave de lo segundo, es el más interesado en mantener esa incógnita. Aunque por primera vez en mucho tiempo acepta la convocatoria de comicios, el presidente se negó a despejar la incógnita de la fecha desde Guatemala, donde participa en la Cumbre Iberoamericana.
Todo lo más aceptó que los ciudadanos tienen que pasar por las urnas, pero ni su minoría parlamentaria (sigue a 50 diputados de distancia del PP) ni la cada vez más probable ausencia de Presupuestos Generales para 2019 ni el mayor distanciamiento de sus socios de moción de censura; le llevan a declinar en su intento de agotar la legislatura hasta 2020.
Sánchez exigió Elecciones a Rajoy si no tenía PGE y apeló a su "mayoría" en un Parlamento que ahora critica para llegar a La Moncloa
Pese a que Sánchez exigió Elecciones a Rajoy si no lograba aprobar las cuentas públicas y aunque apeló a sus apoyos en el Parlamento para justificar su acceso a la presidencia sin los votos de las urnas; ahora el presidente da un nuevo giro y no considera crucial tener unos nuevos PGE ni gozar de respaldo de la Cámara Baja: al contrario, echa la culpa a sus socios del fracaso presupuestario y considera viable gobernar de nuevo con las cuentas del PP y mediante decreto ley.
Por todo ello Sánchez ha considerado accesorio si el Gobierno saca adelante las medidas que considera necesarias para reconstruir el "Estado de Bienestar" a través de unos nuevos Presupuestos o de decretos leyes, advirtiendo a los grupos parlamentarios de que en uno u otro caso tendrán que retratarse.
Interrogado en una rueda de prensa, al término de la XXVI Cumbre Iberoamericana celebrada esta semana en Antigua (Guatemala), sobre si condiciona la presentación de los Presupuestos a tener garantizado el apoyo parlamentario necesario para aprobarlos, ha respondido que lo considera un tema accesorio.
No obstante, posteriormente ha matizado que el Gobierno "no va a marear a los españoles", sugiriendo así que en el caso de no tener asegurados los votos requeridos en el Congreso para aprobar las cuentas publicas del próximo año, podría no presentarlas.
Sánchez ha explicado que, si el Gobierno no consigue unos nuevos Presupuestos, intentará materializar las medidas que considera más importantes para "reconstruir el Estado del Bienestar" mediante decretos leyes que modifiquen los heredados del Ejecutivo de Mariano Rajoy.
"El Gobierno está en reconstruir el Estado del Bienestar. Queremos hacerlo a través de unos Presupuestos que creemos que son buenos, ahora bien, si el Poder Legislativo no hace sus deberes y los rechaza, el Gobierno mantiene su hoja de ruta a través de modificaciones presupuestarias", ha declarado.
En diciembre la respuesta
Sánchez ha señalado como fecha límite para explorar la opción de unos nuevos Presupuestos el mes de diciembre. "Lo que no vamos a hacer es esperar a abril, como hizo el anterior Gobierno", ha recalcado.
Sin embargo, se ha mostrado consciente de que el Gobierno no va a poder aprobar por la vía de los decretos leyes todas las medidas recogidas en el proyecto de ley de Presupuestos, por lo que ha avanzado que intentará aprobar "el mayor número posible".
Ha precisado que el Ejecutivo dará prioridad a aquellas que "estén vinculadas a reconstruir el Estado de Bienestar y a la recuperación de los derechos por parte de quienes más han sufrido la crisis" en materia de sanidad, educación, salarios y pensiones, obviando que las dos primeras materias están transferidas a las autonomías, la última ya está actualizada y el SMI ya se elevó hasta lo 800 euros con el Gobierno popular.
Sin diálogo con los nacionalistas
Preguntado sobre la marcha de las negociaciones para obtener la luz verde del Parlamento a las a los Presupuestos, ha enfatizado el carácter reservado de las mismas, si bien ha confirmado que el Gobierno está en contacto con el PNV y otros grupos parlamentarios.
El dirigente socialista ha aclarado de 'motu proprio' que su Gobierno todavía no ha entablado conversaciones con "las fuerzas soberanistas catalanas" porque se han negado a hablar de Presupuestos.
"Tanto critican la politización de la Justicia que quieren judicializar la política", ha reprochado, en alusión al acuerdo alcanzado con el PP para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y a los presos del 'proces'.
A este respecto ha querido ser "taxativo". Si quieren hablar de "mejorar las condiciones de vida de los catalanes", el Gobierno está dispuesto a dialogar con "todos" los grupos parlamentarios, ha dicho. Pero, si buscan "un cambio de postura del Poder Judicial", es "imposible, ha aseverado.
La culpa es del Congreso
El inquilino de la Moncloa ha subrayado que en cualquier caso el Congreso tendrá que pronunciarse porque, tanto por la vía de unos nuevos Presupuestos como por la de los decretos leyes, el Gobierno necesitará respaldo parlamentario.
El Gobierno acusa al Congreso de bloquear sus PGE, obviando que apeló a él para alcanzar la presidencia
En este sentido, ha llamado la atención sobre lo "contradictorio" que resultaría que grupos parlamentarios que rechazan los Presupuestos después dijeran 'si' a las medidas concretas recogidas en los decretos leyes.
Así las cosas, ha apelado a "la responsabilidad y al consenso del Poder Legislativo": "El Poder Ejecutivo hace su trabajo pero, evidentemente, no tenemos la llave para poder aprobar muchas de esas medidas, tiene que ser el Poder Legislativo. Cada uno tendrá que posicionarse".
En cuanto a la posibilidad de que unos Presupuestos fallidos deriven en elecciones anticipadas, como ha sugerido este mismo viernes el líder de Podemos, Pablo Iglesias, se ha limitado a contestar que "elecciones va a haber" y "mientras tanto el Gobierno va a seguir trabajando".