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Escándalo en el PSOE: su presidente del Comité de Ética al banquillo y no dimite

El viejo colaborador de Pedro Sánchez y alcalde de Alcalá de Henares se sentará en el banquillo tras un sopapo judicial que le obliga a dimitir según los estatutos del PSOE.

Rodríguez Palacios, a la derecha, junto a Pedro Sánchez

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Es el presidente del Comité de Ética del PSOE madrileño, viejo colaborador personal de Pedro Sánchez (le prestó la ciudad de la que es alcalde, Alcalá de Henares, para presentar aquel acuerdo con Albert Rivera luego frustrado) y además está imputado por prevaricación: se llama Javier Rodríguez Palacios y su caso pone a prueba la "regeneración" que esgrimió el actual presidente para justificar su llegada a La Moncloa.

Según informa ABC, Rodríguez Palacios está a punto de sentarse ya en el banquillo para la apertura de un juicio oral que, según los estatutos del PSOE, comportarían su inmediata dimisión, a la que se ha negado pese a estar formalmente imputado por un delito de prevaricación que, en otros casos como el del presidente de Murcia, conllevó su salida del cargo.

El también alcalde complutense y miembro de la dirección regional del PSOE ha recibido un sopapo judicial notable del magistrado que se responsabiliza del caso, al negarle la intentona de que sobreseyera el expediente en consideración a su posición política.

Algo que, obviamente, fue rechazado como en tantos otros sonados casos de políticos mucho más ilustres -desde Rato hasta Ignacio González o el propio Pujol- que fueron o son encausados sin tener en cuenta su posición pública.

Al banquillo

La juez desmonta esta premisa según revela ABC, con la que el alcalde de Alcalá intentó el sobreseimiento, bajo la justificación de que su condición de alcalde es secundaria. "No se trata de ninguno de los supuestos para los que la Ley prevé una tramitación preferente y urgente, y los eventuales perjuicios personales que se le puedan causar no dejan de ser los propios que se le causarían a cualquier otro ciudadano», dice; y añade: «Los perjuicios políticos a los que alude, son ajenos, como no puede ser de otra manera, al devenir procesal de las causas judiciales».

Estos daños derivan de la responsabilidad de Rodríguez respecto al código ético de su partido, que marca en el artículo 5.2 que cualquier cargo público al que se le abra juicio oral "dimitirá de su cargo en el mismo momento en el que se le dé traslado del auto de apertura".