Sánchez y Delgado se lavan las manos y regalan a Otegi la vía para ser lendakari
Los "nuevos aires" que el PSOE ha imprimido a los Servicios Jurídicos del Estado hacen frotarse las manos a los proetarras. Ven viable una candidatura que parecía imposible.
Es un clamor que las víctimas del terrorismo exigen al Gobierno, pero parece destinado a convertirse en un nuevo desengaño para ellas. El líder proetarra de Sortu, Arnaldo Otegi, tiene cada vez más libre el camino para intentar convertirse en 2020 en el lendakari de los vascos.
Y en ello parece tener mucho que ver, según denuncian a ESdiario fuentes de los colectivos de víctimas de ETA, los "nuevos aires" que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; y la ministra de Justicia, Dolores Delgado, ha impuesto a la Abogacía General del Estado desde la llegada a la cúpula de los Servicios Jurídicos del Estado de Consuelo Castro.
Castro, por orden expresa de Delgado -que la promocionó para el cargo tras el triunfo de la moción de censura- ya ha generado un sonoro escándalo con la carpeta catalana renunciando a acusar por rebelión a los acusados por el procés cambiando el delito por el de sedición. Y fulminando de paso al Abogado Jefe de lo Penal, Edmundo Val, por negarse a rubricar con su firma la componenda.
Y, ahora, llega el turno a la carpeta vasca, clave para la permanencia de Sánchez en La Moncloa, dependiente como sobrevive de los votos del PNV y Bildu.
El caso es que la Abogacía, que recibe ordenes del Ministerio de Justicia, ha decidido no recurrir la sentencia del Tribunal de Estrasburgo sobre el llamado caso Bateragune, en el que condena a España por, supuestamente, no haber proporcionado a Otegi un juicio justo.
La nueva Abogada General del Estado, Consuelo Castro, ascendida a propuesta de Dolores Delgado.
La postura del Gobierno en este asunto es clave para el futuro político de Otegi. Si la Abogacía no recurre la sentencia europea, con el visto bueno de Delgado, dejará vía libre para que el líder proetarra sea el candidato de Sortu a las elecciones vascas de 2020 al quedar invalidada su inhabilitación para ejercer cargo público. Es decir, camino expedito para que se convierta en el próximo lendakari.
En estas últimas horas, Castro ha recomendado a Delgado, por lo tanto a La Moncloa, que el Gobierno desatienda las peticiones y renuncie al recurso. ¿El motivo?: la Abogacía considera ahora que la apelación no prosperaría y podría "dañar la credibilidad" de España como Estado miembro de la UE.
Esta decisión, que rebaten algunos miembros de la cúpula de la Abogacía durante el mandato de Mariano Rajoy y un amplio sector de las víctimas, deja además a los pies de los caballos a la propia Justicia española, en concreto la Audiencia Nacional y el TC, que queda con el estigma de "imparcial" ante el resto de los países de la UE.
Los colectivos de víctimas atribuyen este nuevo gesto de Sánchez al independentismo y al nacionalismo vasco a su dependencia de los votos de PNV y Bildu. La misma que ha hecho a Sánchez entregar a Ínigo Urkullu el control de las prisiones vascas y a acelerar el acercamiento de los reclusos etarras más sanguinarios.