El señuelo de la independencia ya no basta: Torra recibe de su propia medicina
Más de 8.000 profesores, estudiantes, funcionarios y médicos han protagonizado este jueves una de las mayores marchas contra la política de recortes que inició Artur Mas en 2011.
"Apretad, hacéis bien en apretar". Poco imaginaba el pasado 1 de octubre Quim Torra que esta soflama impropia de un presidente de la Generalitat a los CDR se iba a volver en su contra apenas un mes después. Pero la "Cataluña real", parte de ella cómplice del procés, ha dicho basta. Y ha estallado dándole al independentismo de su propia medicina.
Este jueves se han registrado nuevas manifestaciones y huelgas, en la tercera jornada de movilizaciones que se produce después de que docentes, funcionarios, médicos y bomberos trataran este miércoles de asaltar el Parlament, cerrado a cal y canto por Roger Torrent ante la inactividad del gobierno ERC-JxCat de Torra.
En concreto, más de 8.000 profesores, estudiantes, funcionarios y médicos, según la Guardia Urbana han protagonizado una de las mayores marchas contra la política de recortes que inició en 2011 Artur Mas. Horas después de la manifestación, la Generalitat anunció un principio de acuerdo con los profesionales sanitarios, que pondrán fin a sus protestas.
Torra, que está siendo víctima en las últimas horas de su propia estrategia, permanecía escondido hasta ahora -a última hora reconoció que las reivindicaciones son "legítimas"- sin ofrecer una solución a las demandas de los catalanes que se han hartado de más de un año de absoluto desgobierno. Eso sí, el presidente ha urgido este jueves a su número dos, Pere Aragonés, a que agilice las negociaciones con los Comunes de Ada Colau para tratar de sacar adelante los presupuestos de la Comunidad.
Los independentistas se reconocen noqueados en las últimas horas con la indignación de unas élites -los profesionales liberales y los funcionarios- que dieron buena parte del soporte ciudadano al 1-O y al golpe de Puigdemont y Junqueras. Una indignación que ha crecido en las últimas horas tras las manifestaciones del portavoz de Junts per Catalunya, Eduard Pujol, tachando de "migajas" las reivindicaciones de los que ahora protestan frente a la independencia.
De hecho, estos mismos colectivos de trabajadores públicos son los únicos de toda España que no han recuperado aún las pagas extras que no percibieron en 2012 y 2013 por los recortes de la Generalitat de Artur Mas.
La cabecera de la manifestación contra Torra de este jueves.
El varapalo que ha recibido Torra en estas últimas 48 horas ha dinamitado además la hoja de ruta que había diseñado junto a su número tres, Elsa Artadi, ante la celebración el próximo 21 de diciembre del Consejo de Ministros convocado en Barcelona por Pedro Sánchez. Y es que Torra y Artadi habían vuelto a exigir este martes convertir esa reunión del gabinete socialista en una cumbre bilateral Cataluña-España.
Tirando de manual victimista, la consejera de Cultura, Laura Borràs, ha achacado "la precariedad" que denuncian los trabajadores en huelga estos días a "la situación general de infrafinanciación que tiene Cataluña en todos los ámbitos y que afecta a la sanidad y la educación".
Pero los que ahora protestan se han hartado de los millones de euros públicos que se siguen destinando al órdago separatista, véase los nuevos fondos para el Consejo de la República diseñado a mayor gloria de Carles Puigdemont o las nuevas embajadas abiertas en las últimas semanas por la Generalitat.
La vicepresidenta, Carmen Calvo, ha aprovechado este jueves el río revuelto para reclamar a ERC y el PDeCAT que aprueben los presupuestos de Sánchez para lograr la paz social. Pero los catalanes, tal como les exigió Torra hace un mes, han decidido "apretar".