El hundimiento del cortijo andaluz aplasta a Sánchez: "Él será el siguiente"

El cambio llama a la puerta de Andalucía después de 40 años de "la PSOE", como se la conoce allí. La noche electoral de este 2 de diciembre arroja un resultado histórico para el centro derecha, que por primera vez suma mayoría absoluta.

El PP ha obtenido 26 escaños, Ciudadanos 21 y Vox 12. Si Juan Manuel Moreno, Juan Marín y Francisco Serrano se entienden, y todo apunta que lo harán, desalojarán a Susana Díaz de la Junta de Andalucía y podrán abrir abrir los cajones cerrados durante cuatro décadas. Y sacudir las alfombras.

La irrupción de Vox en el panorama andaluz ha sido clave. Ha sido LA clave, con mayúsculas. Puesto que, a la vista de los resultados, la formación de Santiago Abascal no solo ha quitado votos al PP y a Cs, sino también al PSOE y, probablemente, incluso a Adelante Andalucía.

La marca verde ha sabido atraer el voto indignado, como lo hizo Podemos en aquellas elecciones europeas de 2015 que supusieron su pista de despegue. Y, como entonces Pablo Iglesias, Santiago Abascal también ha venido para quedarse. Para revolucionar el panorama político.

Si en Vox están eufóricos, en el PP tanto o más. A pesar de que los populares han perdido 7 escaños y algo más de 300.000 votos, Juan Manuel Moreno evita por mucho el sorpasso de Ciudadanos y tiene la posibilidad de convertirse en el próximo presidente de la Junta de Andalucía. Y eso vale muchísimos quilates más.

"Andalucía ha votado ese cambio. El mandato de los andaluces ha sido nítido, quieren un nuevo gobierno en Andalucía", proclamó Moreno al término de la jornada sin acabar de creerse aún lo que había pasado. "Voy a presentar mi candidatura a la investidura", añadió el candidato del PP en medio de la emoción desbordada de los populares.

Pero Cs está dispuesto a no ponérselo fácil, y de hecho Juan Marín también anunció que se presentará a la investidura. Porque Albert Rivera señaló desde su cuartel general que el cambio solo lo puede liderar un partido que crece. Y ellos han crecido 12 escaños, de 9 a 21.

No obstante, no pueden ganar este pulso, porque o apoyan a Moreno o se abstienen y dejan que Susana Díaz siga gobernando, lo que sería el final de Cs. No hay opción, pues. "En Cataluña ganaron y no quisieron presentarse a la investidura y en Andalucía quedando terceros se quieren presentar", subrayan los populares.

En el ámbito nacional, para Pablo Casado derribar el fortín de Andalucía en su primer examen en las urnas tras alcanzar la Presidencia del PP supone todo un espaldarazo a su liderazgo, y así lo dijo él mismo cuando compareció en Génova 13 rodeado de su comité de dirección. "Soy el primer presidente del PP elegido por primarias. Considero que ese proyecto político ha sido ratificado en esta elecciones", señaló.

Solo en las dos últimas semanas el líder de los populares ha recorrido 9.000 kilómetros y ha protagonizado 60 actos. Se ha dejado la piel.

En el PP advierten, a mayores, de los efectos colaterales que este vuelco histórico tendrá a nivel nacional. Hablan del daño que le supondrá al PSOE perder su joya de la corona estando Pedro Sánchez en una situación tan precaria como lo está y a medio año de las elecciones municipales, autonómicas y europeas.

"Que Pedro Sánchez vaya pensando en convocar elecciones, éste es un fracaso histórico para él", afirmó Casado desde la sede del PP. Para el presidente del Gobierno los próximos meses van a ser una pesadilla: sin Presupuestos y con la Junta de Andalucía desmantelada.

Y en buena medida será gracias a Vox, que se sentía el ganador de estas elecciones mucho antes de conocerse sus resultados. Durante toda la campaña llenaron mítines, titulares y minutos de radio y televisión, convirtiéndose en el revulsivo de unos comicios que antes de su llegada se intuían anodinos.

La inmigración, Cataluña, la unidad de España, la corrupción... factores que han sido decisivos en estas elecciones históricas, las del fin del cortijo del PSOE andaluz, cerrado por derribo. "El siguiente será Sánchez, que se prepare", dicen en el PP.