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La primera bofetada a Kichi en las urnas pone a tiritar a Carmena y Colau

En Cádiz, bastión del alcalde podemita, los de Iglesias y Garzón han perdido casi 50.000 votos. La caótica gestión y la demagogia de Podemos con las fragatas saudíes han pasado factura.

El alcalde de Cádiz, José María González Kichi, este domingo votando en las elecciones andaluzas.

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Cierto es que los expertos demóscopicos suelen alertar del riesgo de extrapolar los resultados de elecciones de distinto ámbito geográfico: por ejemplo, entre unas municipales y autonómicas, y unas generales. Pero las tendencias suelen, en la mayoría de los casos, confirmarse.

Y las elecciones andaluzas de este pasado domingo ha sido el primer test serio para Podemos, allá donde gobierna. Es decir, para sus llamados alcaldes del cambio. Y este primer examen va a hacer reflexionar a Pablo Iglesias y dos de sus referentes internos: las alcaldesas de Madrid y Barcelona, Manuela Carmena y Ada Colau.

El protagonista del test en cuestión ha sido el primer regidor de Cádiz, José María González Kichi, uno de los líderes de la corriente Anticapitalista y, a la sazón, pareja de la candidata a la Presidencia de la Junta por Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez.

Y Kichi ha recibido en la provincia de Cádiz su primer aviso en las urnas, una bofetada significativa a modo de advertencia de sus votantes.

Y como los números son incontestables, aquí estan las cifras del alcalde podemita. En las pasadas elecciones andaluzas, en Cádiz -bastión político de Kichi y de Teresa Rodríguez-, Podemos obtuvo 107.141 votos y 3 escaños en el Parlamento andaluz. En aquella ocasión los morados acudieron a las urnas en solitario. Su socio de este domingo, Izquierda Unida, sumó por su parte 37.968 papeletas y un escaño.

En la primera reválida, en este 2-D ya histórico, Podemos e IU juntos, bajo la marca Adelante Andalucía, apenas han obtenido 97.647 votos, perdiendo un escaño respecto a 2015. Es decir, se han dejado casi 50.000 votantes.

Sin duda, la caótica y sectaria gestión de Kichi en la capital de la provincia y la demagogia de Pablo Iglesias y su dirección nacional respecto al contrato de las fragatas de Arabia Saudí en los astilleros gaditanos de Navantia le han pasado factura a Iglesias en la cara de su, por otra parte, enemigo interno. Kichi ya sabe lo que se juega en mayo del próximo año.