¿Son éstos los cuatro nombres elegidos por Casado para ganar en las capitales?

Antes del 18 de enero, se sabrán sus nombres. Ese día comienza la Convención Nacional extraordinaria del PP, con la que pretende relanzar su mensaje en toda España, y Pablo Casado quiere llegar a la cita con los candidatos ya elegidos para competir por las alcaldías de las principales capitales de provincia.

Y aunque todas preocupan, tres plazas ocupan especialmente: Madrid, Barcelona y Valencia. En el resto, tan relevantes como Sevilla, La Coruña, Zaragoza o Bilbao; los nombres están más o menos claros. Pero en esas tres las incógnitas se mantienen, consciente el PP de que lo que ocurra en ellas tendrá un evidente impacto nacional.

Los nombres para las grandes plazas municipales se sabrán antes del 18 de enero: Casado ya los sabe

"Tengo claro el perfil pero no están decididos los nombres", explicó el propio Casado tras las Elecciones Andaluzas, que han sido un revulsivo para los populares y marcan una línea a seguir en su estrategia de para las Autonómicas y Municipales del próximo 26 de mayo, en las que de nuevo el líder popular se mojará personalmente a diario. ¿Y quiénes son los nombres con más opciones?

En Madrid, tras muchas cábalas, dos parecen ir a la cabeza de todos los pronósticos: Adolfo Suárez Illana, hijo del mítico presidente de la Transición, suena cada vez con más fuerza y podría ser el elegido si se encuentra una mujer con la que hacer tándem en la Comunidad de Madrid, donde suenan sin embargo Antonio González Terol y el propio Ángel Garrido con insistencia.

Hacer una dupla de ambos sexos parece imprescindible de antemano, aunque nunca se sabe. Por eso el nombre de Andrea Levy no deja de sonar: reservada en principio para ejercer de escudera, encabezar finalmente el cartel electoral autonómico no sería ninguna locura, como tampoco que lo hiciera Isabel Díaz Ayuso.

El otro nombre para la capital madrileña es el de Javier Maroto, vicesecretario general del PP y con experiencia como regidor de Vitoria, el único feudo histórico de los populares en el País Vasco. De todos esos nombres ha de salir, probablemente, el ticket electoral popular para Madrid capital y región, aunque nadie puede descartar una sorpresa: desde el buen resultado andaluz, el miedo que parecía existir a darse un batacazo se ha disipado y es posible que nombres renuentes hace nada ahora se muestren disponibles. ¿Ana Pastor, por ejemplo?

El dilema catalán

El PP lleva tiempo exhausto en Cataluña, superado por Cs y con problemas para sobrevivir en el despiadado tablero electoral catalán. La elección de Alejandro Fernández como nuevo presidente promete una reacción, que deberá percibirse ya en el candidato a la alcaldía de Barcelona, ocupada ahora por Ada Colau. Y un nombre sobresale por encima de todos: el de Josep Bou, cara de la resistencia del mundo empresarial al procés independentista.

Bien relacionado, valiente y muy acostumbrado a los medios de comunicación, Bou puede ser el escogido para una batalla titánica que le mediría, entre otros, a dos pesos pesados como la propia Colau y a Manuel Valls.

La lucha valenciana

La capital levantina es otro de los focos prioritarios. La persona elegida sería Esteban González Pons si él se dejara. Y lo mismo tiene que hacerlo, pues allí el PP se juega mucho a futuro. Pero si Casado encuentra un relevo de garantías, el líder popular europeo podría encabezar su lista al Parlamento de Bruselas, dejando esa candidatura municipal que un día ostentara Rita Barberá a otro compañero.

Y ahí irrumpe Fernando de Rosa, exvicepresidente del Consejo General del Poder Judicial, no muy conocido en Madrid pero de gran prestigio en Valencia. La clave es que él quiera, algo que no tiene nada claro.

Finalmente, son muchos los nombres de dirigentes populares y exministros que, de un modo u otro, pueden acabar encabezando a su partido en distintas plazas municipales, sean o no capitales de provincia: desde la madrileña Pozuelo de Alarcón hasta Cuenca, pasando por Burgos o Valladolid, a nadie le sorprendería que personalidades como Isabel Tejerina o Rafael Catalá, entre otros, tuvieran que dar ese paso.