Sánchez mira para otro lado con la violencia en Cataluña y solo ataca a Vox
La violencia de los CDR no cesa en Cataluña, y se añade a los incidentes en Andalucía de toda la semana. Pero en Moncloa no preocupa eso y todos los mensajes se dirigen contra Vox.
Los CDR han convertido Cataluña en un polvorín, con barricadas, fuego y cortes de carreteras incluidos. Y en Andalucía, tras el resultado electoral, el "frente antifascista" ha protagonizado altercados sonados en Granada, Málaga o Sevilla. Pero sobre nada de ellos se ha pronunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que sin embargo sí percibe un gran problema con la irrupción electoral de Vox y reclama una movilización "serena" contra la derecha.
Sánchez ha apelado este fin de semana a la movilización de la sociedad "serena" y "moderada" ante el autoritarismo y el auge de la extrema derecha en Europa, subrayando que la propuesta política de la familia socialdemócrata de cara a las elecciones europeas de mayo 2019 debe ser un nuevo contrato social.
"El contrato social se ha roto como consecuencia de la crisis económica que hemos atravesado. Ya no existe la garantía de que si se estudia se vaya a tener trabajo. No existe la garantía de que si uno trabaja vaya a recibir un sueldo. El Estado de bienestar se residente", apuntó Sánchez en la clausura del XI Congreso del Partido Socialista Europeo (PES) en Lisboa.
Según Sánchez, el nuevo contrato social debe basarse en el mercado de trabajo, en cómo financiar y sostener el Estado de bienestar, en la defensa de los valores democráticos y en el medio ambiente y lucha contra el cambio climático.
Él votó la "austeridad"
El líder el Ejecutivo ha asegurado que su equipo tomará medidas para revertir las políticas de la austeridad del antiguo Gobierno del PP. "Queremos reforzar el Estado social, luchar contra la evasión fiscal, promover la igualdad de género", ha subrayado, obviando que gobierna de hecho con el presupuesto de Rajoy y que las principales partidas económicas de las cuentas públicas ya se dedican desde hace años a esos fines.
El propio Sánchez, siendo diputado con Zapatero, votó a favor de incluir en la Constitución el techo de gasto para controlar el déficit.
Asimismo, ha salido en defensa de los autónomos y las pequeñas y medianas empresas, alegando que las grandes corporaciones "deben pagar los impuestos que deben". En la práctica, la presión fiscal, la falta de financiación y la estigmatización de las pymes y empresas familiares, incluidas incluso en listas públicas de morosos; no ha dejado de crecer en el primer semestre de Sánchez en Moncloa.
Sobre los incidentes vividos durante toda la semana, que incluyen una paliza a un joven vitoriano en la Universidad del País Vasco por pertenecer a una asociación defensora de España, ni el presidente ni nadie de su Gobierno se ha pronunciado en las últimas horas.