Susana Díaz tiene los días contados: Juanma Moreno y Juan Marín avanzan su pacto
Con discreción y cautela, el acuerdo histórico entre PP y Cs para gobernar Andalucía en coalición avanza firme y, salvo desastre de última hora, permitirá en breve el cambio.
Susana Díaz tiene los días contados. El cambio en Andalucía es un hecho, salvo sorpresa mayúscula, y en quince días empezará a visualizarse con el acuerdo para constituir la nueva Mesa del Congreso. Ahí se tomará la temperatura al más que probable acuerdo entre el PP y Cs, que tiene una meta al alcance: conformar un Gobierno de coalición con el popular Juanma Moreno en la presidencia y el naranja Juan Marín de vicepresidente, con uno de los suyos al frente probablemente del Parlamento regional.
Todos lo demás forma parte de la estrategia de negociación: Marín, respaldado públicamente por Albert Rivera, ha reclamado para sí la presidencia; pero internamente sabe que esa postura es insostenible y que solo sirve para encarecer el acuerdo o, llevada hasta el final, frustrar el cambio y auxiliar a Susana Díaz. Algo que Cs no puede permitirse en el resto de España.
El propio Pablo Casado ha pedido que las negociaciones se lleven con discreción, algo en lo que coincide con las instrucciones dadas por Rivera, aunque el líder popular ya ha dado este fin de semana alguna pista: "Lo que queremos es un pacto de 47 escaños con Ciudadanos y una vez que alcancemos ese acuerdo, veremos si hay otras formaciones políticas que quieren facilitar la investidura con su abstención o consideran que las líneas marcadas en ese acuerdo son positivas para Andalucía".
"Lo importante es que lo andaluces nos han dado un mandato, el de propiciar un cambio de Gobierno, prácticamente un cambio de régimen después de 40 años de estructura clientelar y de inmovilismo del Gobierno socialista", ha apuntado el líder de los 'populares'.
Un reto muy complejo
Traduciendo ese mensaje, se busca un Gobierno fuerte en coalición de dos partidos, sin un pacto con Vox, que se limitaría a permitir el cambio, tal y como reconoció su líder nacional, Santiago Abascal, desde el primer momento.
Esa alianza, de prosperar, es consciente del inmenso reto que tiene por delante, con una Administración Pública tomada por el PSOE durante casi cuatro décadas y un sinfin de cajones, organismos públicos e instituciones necesitadas de ventanas abiertas. "No va a ser fácil", coinciden en señalar desde todos los ámbitos políticos, "vamos a tener que hacerlo muy bien y en ello estamos", concluyen.