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Los golpistas temen que la violencia de Cataluña arruine su táctica "pacífica"

La violencia de los CDR con la complicidad de Torra estropea el relato "pacifista" del procés. Los presos ya temen que el juicio se endurezca al derrumbarse su coartada.

Los golpistas temen que la violencia de Cataluña arruine su táctica "pacífica"

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Los siete políticos presos por el Golpe anticonstitucional en Cataluña tiene medio del hundimiento de su relato "pacifista". La ola de violencia de los CDR, que ya hace un año cercaron a la Guardia Civil, arruina la principal coartada jurídica para sortear el delito de rebelión. Y lo saben y temen.

Tanto como para que este sábado hayan difundido una carta reclamando "desbravar la impotencia", la expresión eufemística que utilizan para reclamar que se deseche la violencia, por razones fundamentalmente tácticas más que conceptuales, al menos a tenor del argumento que esgrimen.

"De la misma manera que podemos entender la necesidad de desbravar la impotencia también tenemos que decir claramente que esto, lejos de favorecer nuestra causa la perjudicaría, igual que también perjudicaría los objetivos políticos del país que queremos", explica en la misiva publica en el diario Vilaweb.

La carta está firmada por firmada por la exconsellera Dolors Bassa; el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart; la expresidenta del Parlament Carme Forcadell; el líder de ERC, Oriol Junqueras; los exconsellers Joaquim Forn, Raül Romeva, Josep Rull y Jordi Turull; y el expresidente de la ANC, Jordi Sànchez.

Varios de ellos mantienen una huelga de hambre desde hace cerca de tres semanas que, según sus portavoces, les ha hecho perder un 8% de su peso. Varios medios de comunicación han revelado que sus ayunos no son radicales, pues sí permiten la ingesta de una especie de batidos con alto contenido alimentario.

Para enero se espera el comienzo del juicio contra los políticos presos por la asonada constitucional, que se enfrentan, según los casos, a penas de entre cinco y 20 años por presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación.

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