El independentismo responde así a la oferta de Sánchez: "Tumbemos el régimen"

Las calles de Barcelona ardiendo, cargas policiales, una decena de detenidos y más de 50 heridos, entre ellos 30 agentes de los Mossos. Y, como colofón, todo el independentismo más radical realineado para recorrer en una manifestación las calles de la Ciudad Condal.

Este es el balance del 21-D de Pedro Sánchez y su Consejo de Ministros en Cataluña. El acto principal ha sido la marcha convocada por una veintena de entidades secesionistas en la que han participado miles de personas -40.000, según la Guardia Urbana- tras el amenazante lema Tumbemos el régimen. Una manifestación en la que han participado también diputados de Junts per Catalunya, como su propio portavoz Eduard Pujol. "La ciudadanía tiene que salir a la calle para pedir y reivindicar que quieren ser república", ha dicho.

Bajo el paraguas de la autodenominada Comissió 21 de Desembre, las entidades convocantes fueron la CUP; ANC; CDR; las juventudes del PDeCAT; las juventudes de ERC; la organización juvenil de la izquierda independentista vinculada a la CUP Arran; Endavant Osan y Poble Lliure.

A todos estos grupos se han sumado también el Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans, Universidades per la República; Intersindical CSC; Intersindical Alternativa de Catalunya, La Forja; Constituents per la Ruptura, Crida LGTBI. Toda la amalgama más radical de nuevo reagrupada por efecto del 21-D.

Imagen de la manifestación independentistas convocada en Gerona bajo el lema "Tumbemos el régimen".

El portavoz de la comisión convocante, Manel Barceló, ha defendido que la protesta debe seguir el ejemplo de las movilizaciones de los últimos años ante "un relato de la violencia que es absolutamente inexacto" y que atribuyen a esos agentes políticos del Estado.

Por su parte, al terminar la marcha, la actriz Sílvia Bel ha leído un manifiesto que pide hacer de este 21-D el inicio de un ciclo de movilizaciones con un objetivo: "Recuperar la soberanía que se nos roba y niega, y que solo alcanzaremos con la República Catalana".

Y al margen de la manifestación, los desplantes al Gobierno llegaron desde la propia Generalitat unas horas después de que Sánchez abandonara Cataluña. La consejera de la Presidencia, Elsa Artadi ha afeado que el Consejo de Ministros no haya supuesto la aprobación de grandes medidas para Cataluña, y ha afirmado despectivamente que para tomar "acuerdos menores quizás no hacía falta venir".

Y ha tratado de blanquear los incidentes apelando a la consabida teoría de la conspiración al dar por hecho que entre los encapuchados hubo infiltrados y que "detrás de las capuchas no siempre hay independentistas".