La desolación se extiende en el PSOE tras la "humillación televisada" de Sánchez
Los primeros sondeos internos de los barones apuntan a una triple sangría de votos hacia la abstención, Cs y a Vox. Y sin descontar aún la "foto de Pedralbes" con la nueva cesión.
Acostumbrados a todo en los últimos meses por la estrategia de Pedro Sánchez, la conocida ya como cumbre de Pedralbes ha dado la puntilla a los dirigentes territoriales del PSOE. Muchos, en privado, asumen con un viejo dicho lo que se cocina ahora en el Palacio de la Moncloa.
"El fin justifica los medios", se reconoce en el sanchismo, crecido en estas últimas horas, convencidos sus líderes de que los presupuestos generales están este viernes mucho más cerca de ver la luz tras la distensión con el Palau. Y de garantizar la permanencia del secretario general socialista en la Presidencia del Gobierno algunos meses más.
Pero lo cierto, es que la "rendición televisada" del Gobierno ante Torra -inusual protocolo ad hoc, un inédito comunicado conjunto entre el Ejecutivo central y un gabinete autonómico, exclusión intencionada de cualquier mención a la Constitución y una fotografía sin ningún precedente en la democracia- ha llevado la desolación de nuevo a los barones, aún en coma tras el terremoto en Andalucía.
"El PSOE es un títere", subraya un dirigente del PSOE madrileño a ESdiario al valorar la "bilateralidad" de la reunión de este jueves. "Y lo peor -añade-, el anuncio de que se va a volver a repetir en apenas un mes". Un nuevo sofoco para el votante tradicional del partido que tiene cita con las urnas en mayo.
La imagen del Consejo de Ministros en Barcelona ha provocado la división de opiniones entre los dirigentes socialistas.
La preocupación por la asunción por Sánchez de la doctrina del "conflicto" entre Cataluña y España llega cuando a las sedes territoriales socialistas han comenzado a llegar los primeros sondeos internos realizados entre los militantes tras el batacazo de Susana Díaz. Y estos conocidos como trackings (seguimientos informales de intención de voto) dibujan según las fuentes consultadas por este periódico, una triple vía de agua.
Cataluña y los peligrosos socios de Sánchez -en eso sí que coinciden todos los barones- están agilizando una fuga de votos en tres direcciones: a la abstención entre el caladero socialista urbano y más cualificado; a Ciudadanos en las grandes ciudades y cinturones urbanos; y a Vox en muchos sectores del voto rural tradicional, sobre todo en Extremadura y Castilla-La Mancha.
Los barones no quieren ni pensar que puede suceder si antes de mayo Sánchez y Torra vuelven a protagonizar otra cumbre televisada de los dos gobiernos y el independentismo, como ha hecho en las últimas horas, saca pecho de sus logros ante las cesiones de Sánchez. Pero, visto el desenlace de la reunión de Pedralbes, ya no descartan nada.
Más aún cuando muchos pensaban que el hundimiento del PSOE-A y el ascenso de Cs y Vox iban a llevar a La Moncloa a cambiar radicalmente de estrategia con Cataluña exhibiendo mano dura.