Sánchez se reunió con Torra tras un acuerdo secreto de Iglesias y Puigdemont
El PSOE ahonda en la polémica al conocerse que el encuentro con Torra, humillante para PP y Cs, fue pactado por Iglesias y Puigdemont con Colau y el PNV apoyando.
Iglesias y Puigdemont, departiendo amistosamente hace unas semanas
La reunión formal fue entre Pedro Sánchez y Quim Torra, con un protocolo y unas cesiones que a juicio de PP y Cs son "humillantes" para España, pero detrás de ellos hubo mucha gente para facilitarla: Pablo Iglesias y Carles Puigdemont hicieron de maestros de ceremonias entre bambalinas, con Ada Colau y el PNV apoyando desde fuera.
Así lo revela El Confidencial, con una precisa narración de los preámbulos de una cita presentada por el independentismo como el reconocimiento explícito de la "bilateralidad" entre Cataluña y España, según expresión rotunda del propio Puigdemont.
Según la noticia de Iván Gil, el origen de todo estuvo en el expresidente de la Generalitat, que fue el primero en pensar en un encuentro institucional de la máxima jerarquía entre el Gobierno de España y el Govern de Cataluña, vendido desde Moncloa como un hito del "diálogo", pero presentado por el soberanismo como una victoria de sus postulados.
La persona encargada de tender puentes entre Madrid, Barcelona y Bruselas fue el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que ya hizo lo mismo con Oriol Junqueras al visitarle en la cárcel de Lledoners para negociar los Presupuestos Generales y, tal y como adelantó ESdiario, algo más también presente ahora: trazar una hoja de ruta conjunta entre el PSOE, Podemos y el nacionalismo para sellar acuerdos en todas las Elecciones que vengan, sean nacionales, autonómicas o locales.
También Colau
Junto a Iglesias, que desaparece oficialmente ahora de la escena política hasta abril por una baja de paternidad, el otro hombre clave fue uno de los colaboradores más estrechos de Ada Colau, su teniente de alcalde Jaume Asens, presente ya con el secretario general de Podemos en Lledoners en su reciente encuentro con Junqueras.
Todos ellos facilitaron, con el respaldo del PNV, una auténtica cumbre bilateral en la que, por primera vez, La Moncloa ha sugerido que la resolución al conflicto pasará por la decisión de los catalanes en exclusiva, sin precisar con qué formula exacta aunque fuentes políticas aseguran a este medio que se refiere a un nuevo Estatut y no a un referéndum pactado, imposible de encajar en la ley española actual.