El Rey llama a los españoles a defender la convivencia en pleno polvorín catalán
El monarca ha salpicado su tradicional discurso de Navidad de alusiones a la paz social y al espíritu de la Transición, y ha reivindicado la Constitución como pilar.
La convivencia ha sido el eje central del tradicional discurso de Nochebuena del Rey, cuando aún están frescas las imágenes de los violentos CDRs enfrentándose a los mossos con motivo del Consejo de Ministros del pasado viernes en Barcelona.
Rodeado de flores de Pascua y con una foto junto a la Princesa Leonor durante el acto en el que la heredera pronunció sus primeras palabras en público en octubre, Felipe VI ha señalado que la convivencia es "el mayor patrimonio que tenemos los españoles" y "el mayor legado que podemos confiar a las generaciones más jóvenes".
No obstante, el monarca ha advertido de que la convivencia "siempre es frágil", y que por tanto todos los españoles debemos "defenderla, cuidarla, protegerla", y hacerlo "con responsabilidad y convicción".
Su mensaje ha estado implícitamente dirigido al independentismo catalán, al exigir "respeto a la Constitución", que ha defendido como "no una realidad inerte sino una realidad viva que ampara, protege y tutela nuestros derechos y libertades".
Independentistas como Gabriel Rufián que ya antes del discurso lo habían menospreciado.
Don Felipe ha empezado su salpicado su discurso de referencias a la Transición, semanas después de que él mismo presidiera en el Congreso la conmemoración del 40 aniversario del referéndum de la Constitución.
Según el Rey, la Transición sirvió para que los españoles trabajaran "juntos y unidos" pensando en España y en su futuro. "Fue la voluntad de los españoles de entenderse y la de los líderes políticos, económicos y sociales de llegar a acuerdos, a pesar de estar muy distanciados por sus ideas y sentimientos", ha sostenido.
El Rey ha reivindicado la Transición porque sacó lo mejor de los españoles
"Debemos hacer hoy todo lo que esté en nuestras manos para que esos principios no se pierdan ni se olviden, para que las reglas que son de todos sean respetadas por todos. Y de esa manera asegurar a los jóvenes, con mayor garantía, nuevas décadas de progreso y avance como las que nosotros afortunadamente hemos conocido", ha alertado.
El jefe del Estado ha remachado que la convivencia se basa "en la consideración y en el respeto a las personas, a las ideas y a los derechos de los demás, que requiere que cuidemos y reforcemos los profundos vínculos que nos unen y que siempre nos deben unir a todos los españoles".
Y a renglón seguido ha alertado de que es "incompatible con el rencor y el resentimiento, porque estas actitudes forman parte de nuestra peor historia y no debemos permitir que renazcan".
Felipe VI también ha tenido palabras cariñosas para los jóvenes españoles y sus "problemas serios" para encontrar trabajo, incluso aunque tengan una gran formación: "Os tenemos que ayudar a que podáis construir un proyecto de vida personal y profesional, con un trabajo y un salario dignos, a tener un lugar adecuado donde vivir y, si así lo queréis, a formar una familia y poder conciliar con la vida laboral".
Asimismo el monarca se ha acordado de la violencia machista, contra la que ha expresado su "repulsa y condena", además de proclamar su empeño por construir una España "comprometida con la igualdad real entre hombres y mujeres".
Por último, Don Felipe ha animado a todos los españoles a hacer mucho "por el bien común", "sumando todas nuestras fuerzas en el deseo de una España siempre mejor, porque los españoles lo merecemos".