La increíble explicación de Sánchez a la polémica del Falcon: la culpa es del PP
El presidente insiste en que si viaja en avión oficial hasta para ir a Valladolid (habiendo AVE) es por "motivos de seguridad" y acusa a los populares de no haber asumido que ya no gobiernan
Pedro Sánchez ha anunciado en una entrevista a Efe que el Consejo de Ministros de este viernes aprobará el proyecto de Presupuestos -sin tener aún más apoyo que el de Unidos Podemos para aprobarlo- y que su intención era, es y será agotar la legislatura.
Eso y que la culpa de la polémica del Falcon la tiene... el PP. Según el presidente, si usa el avión oficial hasta para ir a la boda de su cuñado o a un concierto en Benicàssim es por "criterios estrictamente de seguridad". Aunque el presidente de Irlanda viaje a las Islas Canarias en un avión de Ryanair y no pase nada.
En su entrevista, Sánchez recurre nuevamente al mantra que viene blandiendo desde junio para todo: el PP critica el uso que hace el presidente socialista del avión oficial porque los populares "no reconocen la legitimidad de este Gobierno".
"El mismo partido político que a través de un vídeo me desea la muerte es el que me está calificando como golpista o como presidente ilegítimo", subraya. "Es muy importante ser consciente del deterioro de la calidad democrática y de los ataques que se están produciendo a la Presidencia del Gobierno por parte de un partido, el PP, que considera que gobernar es una especie de derecho natural y un patrimonio solamente del Partido Popular", añade.
"Son los mismos que dicen que soy un presidente 'okupa', que plantean que como presidente del Gobierno no puedo utilizar un avión oficial que, por cierto, ha sido utilizado por todos los presidentes del Gobierno atendiendo a criterios estrictamente de seguridad", se queja Sánchez.
Cabe recordar que, como ha venido contando en sucesivas exclusivas ESdiario, no es solo que el presidente y su séquito se desplacen a Sevilla o Valladolid en avión teniendo AVE -como hacía Mariano Rajoy-, sino que además se niega a publicar el coste de sus viajes, incumpliendo la Ley de Transparencia y amparándose en una ley franquista. En concreto a la ley 9/1968 de 5 de abril, reguladora de los secretos oficiales.
Lo único que ha accedido a publicitar La Moncloa es una mínima parte del coste del viaje al Festival Internacional de Benicàssim en verano: lo computado por por el Departamento de Protocolo los días previos, que fueron 282,92 euros.