El Rey da otra lección y envía un mensaje que retumba en la cárcel de Lledoners
Felipe VI da otro ejemplo a La Moncloa en presencia de la ministra Delgado y sale en defensa del Poder Judicial en vísperas del juicio al procés en el Supremo.
El traslado del acto ha había provocado polémica en sí. El CGPJ decidió hace días mover desde Barcelona a Madrid la entrega de despachos a los nuevos jueces españoles. Un homenaje más al 40 aniversario de la Constitución, para unos; una cesión a la presión y las amenazas del independentismo, para otros.
Pero, lo cierto es que el Rey Felipe VI ha aprovechado de nuevo una intervención pública suya -como hizo en su mensaje de Nochebuena- para lanzar un mensaje contundente a los procesados del 1-O y al actual inquilino de la Generalitat, Quim Torra.
Y lo ha hecho, además, en presencia de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, -criticada por sus maniobras en la Abogacía del Estado para rebajar la acusación a Junqueras y el resto de procesados de rebelión a sedición- y de la fiscal general del Estado. Son los jueces, ha advertido el Monarca, los que tienen toda la legitimidad para aplicar la ley contra los golpistas.
Primero, el Rey ha destacado el valor de la Constitución como garante "de los valores supremos de una sociedad libre, sin los cuales no resultaría reconocible como tal porque encarna la máxima calidad democrática de una sociedad y ampara, a la vez que limita, el ejercicio del poder político".
En segundo término, Felipe VI ha advertido de que "una sociedad moderna y avanzada como la nuestra, plenamente democrática como la española, sólo puede desarrollarse en paz y concordia si cuenta con un Poder del Estado independiente y neutral para impartir justicia".
Y, como tercera premisa, ha apostillado el jefe del Estado: "La incorporación de hombres y mujeres altamente cualificados y preparados al Poder Judicial debe ser motivo de celebración y alegría por todo lo que entraña y representa". Por que les ha recordado que nuestro Poder Judicial "cuenta con plena legitimidad".
En este punto, ha redundado en que "la independencia es condición indispensable para el ejercicio" de la función de juez, y les ha señalado que en el origen de sus pronunciamientos se sitúa la Constitución Española "como norma fundamental de nuestra convivencia, que inspira el resto del ordenamiento jurídico y que asegura un escenario cierto, sólido y fiable de derechos y libertades".
"España merece que todos y cada uno de nosotros, desde el papel que nos corresponde, estemos plena y permanentemente comprometidos con nuestros valores constitucionales: con la libertad y el pluralismo político, con la justicia, la igualdad y el respeto a la dignidad de las personas; valores que definen a una sociedad democrática, elementos esenciales para la convivencia e ideales necesarios para la ética pública", ha sentenciado Felipe VI.
Y todo ello en vísperas de la cita más importante del Tribunal Supremo en toda su historia.