Los presos del 1-O desbarran y llaman de testigos para enredar al Rey y a Rajoy

La mejor defensa es un buen espectáculo, han debido pensar los presos independentistas, que entre los testigos que pretenden llamar para su cercano juicio figura el mismísimo Felipe VI. Y la justificación suena de lo más disparatada: su discuso institucional del 3 de octubre.

Así, la defensa del expresidente de la ANC y el líder de JxCat en el Parlament, Jordi Sànchez, y de los exconsellers y diputados de JxCat Jordi Turull y Josep Rull, pedirá que declaren como testigos el Rey, así como el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont en el juicio que se celebrará en el Tribunal Supremo por el proceso soberanista.

El abogado de estos políticos, Jordi Pina, presentará los tres escritos de defensa en las próximas horas ante el Supremo- Jordi Turull y Josep Rull se enfrentan a una acusación por parte de la Fiscalía por presunta rebelión y malversación, y Jordi Sànchez por presunta rebelión, y los tres están en prisión preventiva en la cárcel de Lledoners (Barcelona).

En una entrevista de Catalunya Ràdio, el coordinador de las defensas de los encausados por el proceso soberanista del PDeCAT, Francesc Homs, ha explicado que piden que declare el Rey por su discurso el 3 de octubre. Ha detallado que quieren preguntarle si aquella decisión de pronunciar el discurso la tomó por sí mismo o inducido por el expresidente Rajoy, para saber quién es el precursor de un discurso "que hace cambiar la actitud de la valoración jurídica de los hechos, que antes no eran considerados por nadie ni sedición ni rebelión".

Homs ha admitido que es difícil que lo acuerde el tribunal, y que por ello pedirán alternativamente la declaración del jefe de la Casa del Rey, y que también piden que declare el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy.

Sobre Rajoy, ha dicho que quieren que explique "cuántas veces declaró el estado de excepción y de sitio en España" y que se documente cuántas veces el Consejo de Ministros pidió al Congreso declarar el estado de sitio para evidenciar el ridículo para que algo que no fue considerado rebelión.

El coordinador ha explicado que en las estrategias de las defensas "hay una idea común" de que van a plantar cara al Estado español en este proceso que no tiene fundamento desde la perspectiva del estado de derecho y democrático, en sus palabras.